La Feria del 52: escalada de la torre de la Catedral, el ‘Gargantúa’, y las ‘dos orejas, rabo y una pata’ para el torero Julio Aparicio

#BajoelManzanillo nos trae el grato recuerdo de la Feria de Almería de 1952 cuando el ‘Gargantúa‘ constituía una auténtica atracción y ya se daba forma a un programa feriado amplio y muy popular. Los toros constituían parte fundamental de la fiesta: Julio Aparicio llegó a conseguir como trofeo ‘dos orejas, rabo y una pata‘, triunfando también el diestro local Octavio Martínez ‘Nacional‘. Hubo dos partidos amistosos de fútbol de la U. D. Almería con el Málaga y Mestalla y, como gran novedad, tres almerienses escalaron la torre de la Catedral, «la plaza registró uno de sus mayores llenos, y el público resistió el temporal, con o sin paraguas«

Feria

Un día más y habremos entrado, a son de marchas triunfales y estampido de centenares de cohetes, en el magnífico álbum almeriense que constituye la Feria y fiestas de agosto. Está lleno el ambiente del rumor festero -humo de churros, pitos y tambores-, que los pequeños exhibirán durante toda la semana, precisamente a la hora de la siesta.
Aparece ya el real de la Feria con la profusión de luces y atracciones. Algunas casetas -algo rezagadas-, dan los últimos toques a las «fachadas» y estanterías. Otras, sin embargo, comenzaron ya a «producir», ante la afluencia de personas que transitan por la calle Reina Regente y Parque, como si estuviésemos en plenas fiestas.
Sueñan los pequeños, con cierta predilección, por ver al «Gargantúa», que tantas «travesuras» está dispuesto a realizar entre los chicos almerienses, los cuales arden en deseos de ver aparecer al gran «fenómeno» de la admiración y de la risa, que hará su presentación mañana, sábado, en la Puerta de Purchena, donde se calcula que «devorará» a unos quinientos «chaveas».
Atentos, pues, a la Feria, que nos prepara grandes días de júbilo y de sano esparcimiento.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, viernes, 22 de agosto de 1952, página 2)

Fiestas

Con el desfile de la Pública de las Fiestas, quedó inaugurada la Feria de agosto, en honor de Nuestra Excelsa Patrona, la Santísima Virgen del Mar. Cortejo brillante y artístico en extremo el de ayer, que mereció los mejores plácemes del numeroso público que se congregó en las principales calles de la ciudad. Las carrozas, con el Gargantúa a la cabeza, constituyeron un exponente del delicado gusto y depurada técnica almeriense.
Al paso de la magnífica caravana lucieron las iluminaciones extraordinarias, que causaron la más grata impresión. El tipismo, la alegría y el júbilo propio de estos días se hizo más perceptible en el bullicio del Real de la Feria. Luego, tras el pregón de las Fiestas, que registró el solemne acto de la bendición de la Tómbola de Caridad, por el Prelado de la Diócesis; y por la noche, el éxito del espectáculo de Pepe
Marchena, organizado por la Asociación de la Prensa.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, domingo, 24 de agosto de 1952, página 12)

Algunos de los anuncios de los espectáculos, festejos o actividades, así como películas que se proyectaron y notas de interés difundidos a través de ‘Yugo’ durante los días de Feria. Destaca el espectáculo patrocinado por la Asociación de la Prensa de Almería con Pepe Marchena como estrella y que tuvo lugar en la Plaza de Toros. Otros anuncios corresponden al Teatro – Circo Chino, la Caseta Colón o a la novillada fuera del cartel de la feria taurina que organizaba la empresa Balañá.

Alegría

Vive Almería la plenitud de sus fiestas en honor de la Excelsa Patrona, la Santísima Virgen del Mar. A la jornada inaugural del sábado, siguieron las del domingo y ayer lunes, en las que el ambiente se saturó del clásico y divertido bullicio de la Feria.
Diana jubilosa para los pequeños, que en acalorada carrera recorrieron las principales calles de la ciudad, en la mañana del domingo; pruebas deportivas de diversas especialidades, que encontraron el interés y el entusiasmo de los adeptos de cada una de ellas; inauguración del Tercer Salón Nacional de Fotografías de Temas Marineros y Primero de Rincones de Almería, en la «Biblioteca Francisco Villaespesa», en la que numerosos artistas rivalizan con notables trabajos; apertura de una exposición pictórica en el salón del Círculo Mercantil
(se expusieron obras de Rafael Córdoba Gómez, Francisco Durbán Remón, Paquita Fernández Martínez, José Gómez Abad y Emilio N. Perals Loaysa); disparo de una colección de Juegos Japoneses y exhibición del «Gargantúa», en el Paseo de Versalles, que congregó a centenares de personas, principalmente del elemento juvenil; concurso de aeromodelismo, del Frente de Juventudes, que tanto entusiasmo despertó entre el numeroso público congregado en el Parque de José Antonio (actual Nicolás Salmerón), etc., etc.
Y con su brillante iluminación, profusión de atracciones y una afluencia extraordinaria de forasteros, va desarrollándose el programa de los festejos
(el Almería, en partido de fútbol amistoso de presentación jugado el lunes, 25 de agosto de 1952, ganó al Mestalla por 4 – 2, goles almerienses de Mariano, Martel y Ayestarán, dos), al término de los cuales se habrá de conservar el más grato recuerdo.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, martes, 26 de agosto de 1952, página 2)

Programa completo de la Feria de Almería de 1952, publicado en ‘Yugo’.

Deportes

José Escoriza Carmona (drcha) ganador con el equipo de Velefique del trofeo de Feria de Pelota Nacional celebrado en el frontón del Colegio ‘La Salle’. Aparece junto a Ángel Gómez Fuentes, que también participó con el equipo de Almería.- Foto FEDERACIÓN ANDALUZA DE FRONTÓN

Decíamos hace unos días, que las fiestas almerienses se caracterizaban por su profusión de deportes. La jornada de ayer fue buena prueba de ello: baloncesto, carrera ciclista, pelota nacional (ganaron los equipos de Velefique con José Escoriza y Carballo, y Alhabia con Serafín y Jurado), regatas, boxeo, etc. Los aficionados a las distintas manifestaciones de esta clase tuvieron ocasión de pasar ratos muy agradables, ya que todas las competiciones resultaron tan interesantes como reñidas.
Acto cumbre fue la representación del T. E. U., en la Alcazaba. Profusamente adornada, con la exuberancia de sus bellos jardines y luciendo una extraordinaria iluminación, fue marco grandioso para que un selecto y numeroso público admirase las obras «No hay más fortuna que Dios» y «La Mojiganga de la Muerte», de Calderón de la Barca.
El Real de la Feria mantuvo, durante la tarde y noche, la animación acostumbrada. El público seguía ocupando los «cochecitos», montaba en los columpios y en los «caballitos», o bien, llegaba sonriente y solicitaba su papeleta en la simpática Tómbola de Caridad.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, miércoles, 27 de agosto de 1952, página 2)

La feria del 52 sirvió también para presentar al nuevo equipo de la Unión Deportiva Almería, que jugó dos amistosos, uno frente al Málaga y otro contra el Mestalla. Ahí la plantilla del cuadro rojiblanco.

Lluvia

Inauguró ayer la jornada una simpática diana, que, acompañada de los gigantes y cabezudos, recorrió el itinerario previsto. Luego, fueron sucediéndose las pruebas deportivas, que, pese al mal tiempo reinante, revistieron la acostumbrada brillantez. Solo perjudicó, grandemente, la exhibición de aeromodelismo, porque, con nubes, los «aviones» no pueden hacerse al espacio. Sin embargo, en cuanto a deportes «pasados por agua», el partido Almería – Málaga (ganaron los malagueños por 2-1, marcando el gol almeriense Pepito Jiménez), fue un magnífico acontecimiento, y la escalada, por tres bravos muchachos, en la torre de la Catedral, constituyó toda una revelación de presteza, técnica y dominio en la materia (los escaladores fueron Miguel Zea, Francisco Moreno y Adolfo Juan). Desde las tres y media de la tarde, hora en que comenzó la prueba, hasta las siete y media, la plaza registró uno de sus mayores llenos, y el público resistió el temporal, con o sin paraguas.
Hubo que hacer el regreso del «Gargantúa», desde la Plaza de Pavía, a todo tren, dado el formidable diluvio que cayó sobre la ciudad por la tarde. Algunos festejos de última hora tuvieron que sufrir la suspensión ante el cielo encapotado.
Esperemos que hoy emprenda su «retirada» la lluvia y nos permita seguir disfrutando del esplendor de las fiestas, precisamente ahora, que entran en su momento más interesante.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, jueves, 28 de agosto de 1952, página 2)

Una de las mayores atracciones de la Feria la protagonizaron «tres bravos muchachos» que escalaron la torre de la Catedral, «constituyó toda una revelación de presteza, técnica y dominio en la materia». Ni la lluvia deslució la hazaña, como decía ‘Bajo el Manzanillo’: «la plaza registró uno de sus mayores llenos, y el público resistió el temporal, con o sin paraguas». Ahí la crónica de la escalada con fotos de RUIZ MARÍN.

Toros

Con un tiempo, en algunos instantes algo inseguro, transcurrió el día de ayer. Profusión de deportes por la mañana, y luego, por la tarde, la primera corrida de Feria que dio a la ciudad el clásico y castizo ambiente taurino (en crónica de Juan Martínez Martín ‘Volapié‘, se lidiaron seis toros de Juan Pedro Domecq, para Julio Aparicio, silencio en el primero, y en el cuarto, ovación, dos orejas, rabo y una pata, vuelta al ruedo y saludos; Miguel Báez ‘Litri‘, gran ovación, dos orejas, rabo y vuelta al ruedo, en su primero, y ovación, dos orejas y vuelta al ruedo, en el quinto; y, Manolo Vázquez, ovación, oreja y vuelta, en el tercero, y aplausos en el sexto). Riada de público hacia la plaza, exhibición en ella de típicos trajes y mantones de Manila, y desfile, al terminar, por el Paseo del Generalísimo, que duró largo rato, y fue presenciado por una gran cantidad de personas. Esto hizo que el real de la Feria adquiriese extraordinario esplendor, y que las iluminaciones y el bullicio se mantuvieran hasta altas horas de la noche.
En el Cerro de San
Cristóbal fue quemado un castillo aéreo de fuegos artificiales, que congregó, en azoteas y lugares diversos de la ciudad -desde donde se divisaba el Cerro-, a numerosísimos almerienses, que pasaron un rato agradable. Los cohetes, palmas reales y demás «fuegos» formaban, en el espacio, caprichosos dibujos, que nos hacían mirar atónitos hacia arriba, con la admiración consiguiente. Fue el primer castillo de las fiestas, tan grato para todos, por ser un festejo hondamente arraigado en nuestras fiestas tradicionales.
El T. E. U. volvió a conseguir un nuevo éxito en su segunda representación en la Alcazaba. Lució el gran servicio de reflectores que daban a la árabe fortaleza un aspecto espléndido y de impresionante vistosidad.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, viernes, 29 de agosto de 1952, página 2)

Documento asociado para consulta o descarga
Crónica taurina, Primera corrida de la Feria Taurina de 1952, por Juan Martínez Martín ‘Volapié’

Anuncio con los detalles de la Feria Taurina de 1952. Según ‘Bajo el Manzanillo’, el «desfile, al terminar, por el Paseo del Generalísimo, que duró largo rato, fue presenciado por una gran cantidad de personas».

La feria

Transcurrió ayer la Feria con gran animación. Diana de gigantes y cabezudos -que los chicos quisieran ver todos los días-, competiciones deportivas y corrida de toros (segunda de Feria, con Luis Miguel Dominguín, palmas y pitos, en el primero, y ‘unos aplauden y otros pitan‘, en su segundo, según crónica de ‘Volapié‘; Antonio Ordóñez, muchos pitos, en el segundo de la tarde, y ‘clamor general, dos orejas y rabo y vuelta al ruedo‘ en el quinto; y, el torero almeriense Octavio Martínez ‘Nacional, gran ovación, oreja y vuelta al ruedo, en el tercero, y gran ovación, dos orejas, vuelta al ruedo y saludos, desde el tercio, siendo despedido con una gran ovación, en el que cerró plaza) mantuvieron ese ambiente gozoso, peculiar de los días de grandes fiestas.
El Real de la Feria mantuvo el bullicio y la alegría de las mejores jornadas, viéndose muy concurridas todas las instalaciones, así como los espectáculos más populares.
Aumentó la presencia de forasteros, quienes atraídos por nuestras fiestas, acuden a la ciudad. Hacen de ella los mayores elogios, principalmente del esplendor de nuestra Feria, ponderando las artísticas y valiosas iluminaciones del Paseo y Parque. No se cansan de admirar el esmero con que se han adornado los estanques.
Hoy, penúltimo día de la Feria y Fiestas de Agosto, continuará con intensidad la afluencia de forasteros, que mañana acusará toda su plenitud, con los festejos que marcan su fin y los solemnes actos en honor de Nuestra Excelsa Patrona, la Santísima Virgen del Mar.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, sábado, 30 de agosto de 1952, página 2)

Documento asociado para consulta o descarga
Crónica taurina, Segunda corrida de la Feria Taurina de 1952, por Juan Martínez Martín ‘Volapié’

El sábado último de Feria, el profesor Mulián hizo gala de su destreza en el Paseo del Generalísimo (hoy Paseo de Almería) a bordo de su motocicleta y bicicleta, haciendo el recorrido con los ojos tapados. Ahí la crónica de ‘Yugo’.

Virgen del Mar

Finalizan las fiestas en honor de Nuestra Excelsa Patrona, la Santísima Virgen del Mar. Hoy, se desarrollará la última jornada del programa, en el que han figurado los más diversos festejos. Ayer comenzaron los cultos para honrar a la que es Madre y Reina Coronada de Almería. La solemne Salve, con asistencia de las autoridades y jerarquías, personalidades y fieles, que llenaban por completo las naves del templo, resultó de la máxima solemnidad, sentimiento religioso que hoy, como todos los años, se repite y perpetúa en la Misa y procesión de la tarde. Fecha esta en la que Almería viste sus mejores galas, para honrar a su patrona y recibir a cuantos acuden multitudinariamente, por ser uno de los días más trascendentales y fervorosos del año. Pueblos cercanos y otros del resto de la provincia, e incluso de capitales próximas, envían sus simpáticas embajadas de amor y devoción, y dan a la ciudad esa espléndida manifestación de piedad mariana y de acrisolada fe.
La devoción a la Santísima Virgen del Mar, de tan profundo arraigo, se hace patente en este día, con demostraciones espirituales externas e intensas. Las plegarias brotan de lo más profundo del corazón de nuestro católico pueblo, y el cumplimiento de promesas en acción de gracias, se repite con esa expresión de júbilo en el semblante, que es unánime de la ciudad, adornando balcones y ventanas con colgaduras, y luciendo, al paso triunfal de la venerada imagen, las extraordinarias y artísticas iluminaciones. De forma sencilla e íntima se llena esta fecha final de las Fiestas, que tan gratos y significativos recuerdos dejan en todos los almerienses y también en cuantos nos visitan.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, domingo, 31 de agosto de 1952, página 2)

Avenida Reina Regente en los años 50 del siglo XX, donde comenzaba el Real de la Feria de 1952, que continuaba por el Parque de José Antonio (ahora de Nicolás Salmerón).- Foto de la BIBLIOTECA DIGITAL DE LA DIPUTACIÓN DE ALMERÍA

Fin de fiestas

Brillante y solemnemente se clausuró el domingo nuestra Feria y Fiestas, con un programa, en el que los mayores honores -como así correspondía-, fueron para nuestra Excelsa Patrona, la Santísima Virgen del Mar. En funciones religiosas de mañana y tarde, recibió la venerada imagen el más sincero tributo de devoción y cariño de sus hijos, los almerienses.
La procesión concentró a millares de forasteros, muchos de los cuales formaron en sus filas, en cumplimiento de promesas; otros, se concentraron en torno al itinerario, para presenciar el paso triunfal de la Virgen, que, principalmente, a lo largo de las calles donde lucía la iluminación, formaban un conjunto majestuoso, que era la admiración de propios y extraños.
Terminó la jornada dominical con el espectáculo cómico – taurino musical «Galas de Arte», la Retreta por las Bandas de Música, y la suelta de los «toros de fuego», que por el Paseo del Generalísimo sembraron el «pánico», distribuyendo «pólvora» a diestro y siniestro, y promoviendo sustos y carreras.
Así terminaron nuestras fiestas patronales, que este año se han visto
concurridísimas y con atracciones para todos los gustos.
Ayer hizo su entrada septiembre, con una lluvia menuda y continuada.
La Comisión de Festejos del Excelentísimo Ayuntamiento merece el
parabién de todos, porque el programa confeccionado ha tenido aciertos muy animables, y el público se ha solazado ampliamente en sus días de populares regocijos.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, martes, 2 de septiembre de 1952, página 2)

NOTA.- Foto de portada y destacada, que corresponde a la parte del Parque José Antonio (hoy, Nicolás Salmerón), que fue Real de la Feria en 1952, junto a la avenida Reina Regente. En esa zona se instalaba el ferial con atracciones de todo tipo, casetas y los tradicionales «cochecitos«. La iluminación extraordinaria, que incluía también los estanques del parque, lucía con esplendor, según ‘Bajo el Manzanillo‘, para admiración de propios y extraños.

Publicado por José Manuel Román

Periodista

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