#BajoelManzanillo observa la dejadez y suciedad de los dos únicos aseos abiertos de los, al menos, nueve existentes en el Parque del Andarax. Al mismo tiempo, comprueba la imposibilidad de beber agua en ninguno de los numerosos surtidores distribuidos en el recinto para calmar la sed de los usuarios. Es verano, aumentan las visitas, y los servicios públicos a disposición del ciudadano deben ofrecer las mínimas garantías de limpieza e higiene, con el necesario mantenimiento. El Parque fue cerrado el 15 de julio por la presencia de jabalíes, aprovechando el Ayuntamiento para la limpieza a fondo de los aseos que ofrecían un aspecto digno el 5 de agosto, cuando se abrió de nuevo el recinto a los ciudadanos.

El Parque del Andarax constituye un auténtico pulmón para la ciudad. Somos muchos, de todas las edades, los que lo disfrutamos como esparcimiento, haciendo ejercicio, o practicando algún deporte. Hay senderos, paseos, carril bici, lugares de sombra, estanques, zonas infantiles, barbacoas de uso público, recinto cerrado para perros, etc. Es decir, es uno de los espacios urbanos con más encanto, junto al río y frente al nuevo tramo del Paseo Marítimo Carmen de Burgos, muy próximo a ser abierto e inaugurado. Cada vez se hace más uso, crecen los visitantes y, más en esta época veraniega, encontramos turistas o veraneantes deleitándose del medio natural. Pero, como muchas cosas, ya demasiadas, en esta ciudad, la falta de mantenimiento y el abandono nos llevan a descubrir nuestras vergüenzas.
Antes de la pandemia todos los aseos y, en general, las distintas fuentes de agua para beber que se distribuyen por el parque funcionaban bien, disponían de cierto mantenimiento y limpieza a diario y presentaban un aspecto, más o menos, digno. Durante los dos primeros años de la COVID-19 se clausuraron y cerraron como medida preventiva, de acuerdo con las normas sanitarias establecidas. Paulatinamente, a lo largo de los últimos meses, se han ido abriendo algunos de estos servicios a los visitantes del recinto, pero con prácticamente nulo mantenimiento y, el poco que hay, a todas luces, insuficiente.

En los tres bloques de aseos que hemos intentado visitar figura un bien visible cartel, firmado por Ferrovial Servicios, con el escudo y cabecera de Almería Ciudad, donde puede leerse: «Aseos Parque del Andarax. Horario de Verano (1 mayo – 30 septiembre), lunes a viernes, 7 – 21 horas y sábados, domingos y festivos, 8 a 21 horas«. Más abajo indica: «Horario invierno (1 octubre – 30 abril), todos los días, 8 a 19 horas».




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La situación que encontramos entre las 9:30 y las 11 horas del jueves, 14 de julio de 2022, es de abandono total, de falta de limpieza e higiene y hasta ofreciendo una imagen escatológica. De los tres bloques de aseos visitados (entrada norte y sur y, más o menos, a la mitad del recinto) solo hay abierto uno para ‘Señoras‘, en la parte más próxima al Club Natación Almería, y otro para ‘Caballeros‘, acceso por la avenida Cabo de Gata. Los otros siete aseos para ambos sexos y para personas con discapacidad, los encontramos cerrados. No solo hay desperfectos en inodoros, lavabos, grifería, cisternas u otros sanitarios, también hay mucha suciedad en baldosas, pavimento y hasta en ventanas, algunas inexistentes. Penoso.


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Los dos aseos abiertos ofrecen un aspecto tercermundista: suciedad en exceso, hojarasca, excrementos en los sanitarios, una salamanquesa en uno de los váter -el de hombres-, papeleras llenas, insectos abundantes, sobre todo moscas, y todo lo que uno pueda imaginar en un entorno de inmundicia. Nos consta que en los aseos ubicados en la salida sur, no se había limpiado por lo menos hacía cuatro días. La dejadez es absoluta, lamentable e indignante, más en pleno verano, y cuando las cifras por la COVID vuelven a tomar niveles preocupantes.

No queda ahí la cosa. De los numerosos surtidores de agua para beber que se distribuyen por el parque visitamos al menos cinco. Ninguno presentaba las condiciones mínimas para calmar la sed con garantías. Unos porque no funcionaban, fuera de servicio por avería; otros, inundados en el recipiente por donde surte el agua, sin la fuerza necesaria para poder beber, y otros porque el chorro del agua sale en medio de una gran cantidad de excrementos de palomas y otros pájaros, acumulada a lo largo de mucho tiempo. Dejadez absoluta.





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A raíz de la publicación de este artículo, se nos comunica por uno de los responsables de la Comunicación municipal, vía Facebook, que el Ayuntamiento de Almería «ha aprobado hoy la compra de ocho fuentes bebederos. Su instalación, sustituyendo a los actuales deteriorados por el uso y el paso del tiempo, se iniciará en breve«.
El Ayuntamiento de Almería, como responsable del mantenimiento del espacio urbano, debe tomar urgentemente cartas en el asunto y exigir, a quien corresponda, que todos los aseos y las fuentes de agua para beber cumplan las mínimas garantías para su uso y en las debidas condiciones. Los numerosos usuarios del Parque del Andarax necesitamos esos servicios que se ofrecen públicamente. Y, si es necesario, vigilar más a menudo el correcto uso. Pero hay que acabar con esta situación a toda costa.
José Manuel Román
Periodista
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NOTA.- Fotografía destacada de portada. Una de las fuentes de agua para beber del Parque del Andarax, llena de excrementos de palomas y pájaros. Ninguno de los surtidores instalados es apto para el uso por parte de los numerosos visitantes del recinto urbano. Lamentable.- Foto JOMARO




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La situación está privando a muchos ciudadanos de disfrutar de la zona de ocio. Si el problema es porque la puerta abierta facilita la entrada de jabalíes, hay muchas soluciones viables y sencillas: puerta giratoria o con algún dispositivo que cierre al acceder cualquier persona, o bien vigilancia. Muchos de los usuarios no pueden trasladarse a la puerta norte.
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