Adiós a Pascual Sánchez Amador, uno de los grandes del básquet almeriense

#BajoelManzanillo rinde homenaje póstumo a uno de los grandes del baloncesto almeriense, Pascual Sánchez Amador. Acaba de dejarnos con un balance de gestión y de éxitos que perdurará y se proyectará en futuras generaciones de baloncestistas. Un referente y un ejemplo de lo que es el trabajo de club, donde llegó a contar con más de un millar de jugadores

#BajoelManzanillo rinde homenaje póstumo a uno de los grandes del baloncesto almeriense, Pascual Sánchez Amador. Acaba de dejarnos con un balance de trabajo y éxitos que perdurará y se proyectaré en futuras generaciones de baloncestistas. Un referente y un ejemplo de lo que es el trabajo de club, donde llegó a contar con más de un millar de jugadores.
Pascual Sánchez con la jugadora Inma Hernández, en junio de 2015. Imagen del portal de Facebook del propio Pascual.

Las redes sociales, a través de la página de Facebook del C.B. Almería, nos daba la triste e inesperada noticia del fallecimiento del presidente de honor de la entidad, Pascual Sánchez Amador (Almería, 1952 – 2020). Un jarro de agua fría en la cálida mañana del 11 de noviembre, que no podríamos ni imaginar. Más de dos meses hospitalizado, sin llegar a tener un diagnóstico certero del mal, han acabado con la vida de uno de los grandes del básquet almeriense. Un referente por su ejemplo, dedicación y entrega al deporte de la canasta, sabiendo inculcar siempre sus innatos dotes humanos y los más profundos valores que proporciona la práctica deportiva.

Si en la historia del baloncesto de Almería, que ya ha superado los 80 años, hay que destacar a los grandes que se dejaron la piel en este deporte, sin duda, uno de ellos es Pascual. Es más, nos atrevemos a decir con fundamento que ha protagonizado una de las labores más fecundas, prolongadas y fructíferas desarrolladas en nuestra provincia en el entorno privado, en el trabajo de club. Sánchez Amador dedicó prácticamente cincuenta años de su vida a ser parte activa y diligente en todos los niveles y categorías del baloncesto, con una especial dedicación al C.B. Almería, donde logró alcanzar las más altas cotas en promoción y en la élite. Abanderó un proyecto que aglutinó a más de un millar de jugadores de ambos sexos.

Pascual, jugador del CB Almería, abajo, a la derecha. Fotografía del portal de Facebook de Antonio J. Casimiro, facilitada por Miguel A. Guindo.

Pascual Sánchez lo ha sido todo en el baloncesto: jugador, técnico, y directivo, siempre de forma modélica. Se inició en el básquet en sus tiempos de estudiante en la Escuela de Formación Profesional -hoy IES Alhamilla-, donde esta modalidad deportiva tenía amplia implantación gracias a la labor de Antonio Cueto. Su hermano Ambrosio, según éste, le transmitió su pasión baloncestística ayudado por Juan Esteban Navajas, otro de los referentes históricos del deporte, y ahí se dieron las condiciones idóneas para que Pascual quedara para siempre unido al mundo de la canasta. Los dos hermanos llegaron a militar en el Club Amigos Alysol, que patrocinaba la empresa que regentaba Luis Fernández Revueltas, destacando la labor como jugador de Pascual, que actuaba de base. Llegaron a participar en categoría nacional.

Concluida su etapa como jugador activo quedó para siempre ligado a tareas técnicas y más directivas, iniciándose en el mismo Club Amigos Alysol, y pasando después a otras entidades privadas como el C. B. Los Molinos o C. B. La Salle, segunda división; para más tarde unirse al El Ejido CB, cuando militó en la Liga EBA y LEB-2, viendo debutar ahí a su hijo, Pascual.

Una imagen histórica del C. B. Almería, en 2014, gracias a Pascual Sánchez, que consiguió reunir a sus protagonistas. Arriba, desde la izquierda, Andrés Sánchez Picón, Pascual Sánchez, Alejandro Ruiz Arriola (otro referente del básquet, el eterno delegado del Amigos Alysol y CB Almería, ya fallecido), Eufrasio Rigaud Felices (el emblemático presidente del CB, durante más de 20 años, que nos dejó en 2016) y Juan Esteban Navajas (auténtico impulsor del baloncesto en los años 60 y artífice del gran despegue posterior de este deporte). Abajo, Ambrosio Sánchez Amador junto a las esposas de Pascual, Eufrasio y Alejandro, respectivamente. Grandes todos del deporte de la canasta en el último medio siglo.

Ya en este siglo, Sánchez Amador se involucró en la refundación del C. B. Almería, del que con anterioridad había sido presidente otro grande, Eufrasio Rigaud Felices, fallecido en 2016, que se mantuvo en el cargo durante veinte años. En el C.B., Pascual llegó a ser presidente durante diez años, alcanzando las máximas cotas del club: ascenso a la LEB Plata, jugando la fase para subir a la LEB Oro, en hombres; y, más recientemente, Liga Femenina – 2, en mujeres, con una iniciativa que comenzó en primera división nacional con jugadoras de la cantera almeriense. Esta gesta, se convirtió en un referente en Andalucía. Como bien refleja en su historial el C. B., Almería, «un hito, el del ascenso a la Liga Femenina – 2, que se volvió a repetir en la temporada 2016.17, acompañado por el ascenso del equipo masculino a Liga EBA, en una campaña histórica para el club y el baloncesto almeriense«.

Hermanamiento baloncesto y rugby. Pascual Sánchez con Miguel Palanca, en 2016, C. B. Almería y Unión Rugby Almería.

Pascual Sánchez en esta etapa del C.B. consiguió reunir una directiva con personas de gran experiencia en el básquet y con largas trayectorias como jugadores, técnicos y gestores, unido al empuje de gente joven, lo que marcó las claves del éxito y trazó un fructífero porvenir que encontró un amplísimo marco de colaboraciones y patrocinios, nada fácil en tiempos de crisis. En los últimos años, junto a Esteban Navajas, ostentaba la presidencia de honor del CB Almería.

Conocí a Pascual, siendo jugador en los 70, por mi condición de redactor deportivo de ‘La Voz de Almería‘, y seguí su trayectoria de forma directa hasta 1984. Su colaboración, junto a su hermano Ambrosio, siempre con los medios informativos fue leal, eficaz, precisa y sin faltarle una sonrisa que regalar. Era consciente de que ninguna iniciativa podría sacar adelante con su club si no era con el apoyo de la prensa deportiva, en aquella época ‘La Voz‘ e ‘Ideal‘, en cuya sección de deportes estaba Joaquín Tapia. Jamás falló, nunca tuvo un mal gesto, y mira que éramos exigentes, a veces, pero se desvivía por solucionar cualquier problema.

Después mantuvimos una estrecha relación, ya como vecinos, en el barrio de Oliveros. Como muestra, unas anécdotas que nos hablan de su derroche de generosidad. En cierta ocasión, hará una decena de años, un hijo de un exjugador del Amigos Alysol, me pidió que si tenía alguna foto o recuerdo de la época de baloncestista de su progenitor, dado que falleció cuando él era muy pequeño y no llegó a conocerlo ni a tener muchas muestras gráficas por diversas circunstancias. Eché mano de Pascual para tratar de cumplir los deseos del joven y no tardó ni 24 horas en facilitarme abundante material, hasta la ficha original federativa del padre con su firma y consentimiento para federarse. Ni que decir con la alegría que lo hizo.

En otra ocasión coincidimos en la panadería donde solíamos comprar y ante la abundancia de bandejas con aperitivos y dulces que sacaba y metía en su coche particular, le pregunté que cuál era la celebración, a lo que me dijo, las chicas del club que han ascendido y como no tenemos recursos para una celebración en condiciones, las invitaré a un detalle cuando terminen el partido. Por supuesto que la cuenta corrió de su propio bolsillo, como tantas otras muchas veces.

Sánchez Amador era todo generosidad, entrega, servicio a los demás y esa era la clave para una gestión eficaz en cualquier empresa que acometía. El baloncesto lo fue todo en su día a día y así lo inculcó a su propia familia donde, de una manera o de otra, todos sus miembros han desarrollado parcelas destacadas en el deporte de la canasta. Su vida ha estado muy unida a la de su hermano, Ambrosio, ya que compartieron la misma pasión, el baloncesto, y el mismo club, Amigos Alysol. Primero como jugadores y directivos; y ya después, Pascual como excelente gestor de clubes, y Ambrosio como cronista deportivo, colaborador de ‘La Voz de Almería’, al que tuve el placer de asesorar en sus inicios.

Mención especial merece también su trayectoria profesional. Durante más de cuatro décadas estuvo ligado a ASEPEYO de la que terminó de director en Almería con una labor excepcional, siendo el artífice de las nuevas instalaciones de la mutua que se inauguraron en la avenida Cabo de Gata donde permanecen actualmente. Su gestión y relaciones con el resto del sector fueron siempre excelentes.

Nos ha dejado el deportista íntegro, una persona intachable, rigurosa y generosa. Pero queda su legado que podrán saborear muchas generaciones de futuros baloncestistas. Gracias por tanto como hemos recibido. Descansa en paz, amigo. Y, como dice su hijo Pascual Sánchez Villanueva en ‘Diario de Almería‘ del 12 de noviembre de 2020: «Este mundo se quedó pequeño para un corazón tan grande«.

José Manuel Román
Periodista

Obituarios dedicados a Pascual Sánchez
Pascual, toda una vida ligada al baloncesto. Ambrosio Sánchez. La Voz de Almería
Adiós a un todoterreno del ‘básket’… y la amistad. Víctor J. Hernández Bru. Ideal Almería
Fallece Pascual Sánchez, pieza clave en la refundación del CB Almería. Tito Sánchez. Diario de Almería

Pascual Sánchez entrega un ramo de flores, en un gesto de cariño y afecto, a Antoñita Granados, viuda de Eufrasio Rigaud, fallecido en 2016.

Publicado por José Manuel Román

Periodista

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