#BajoelManzanillo, en plena campaña estival de 1952, con multitudinarios desplazamientos de los almerienses a los balnearios, reivindicaba un servicio de autobuses para «viajar a todo placer». Se pedía prevenir las posibles «averías», que las había, evitar las «colas», no romper «el precepto de no fumar», acabar con el «peligro de quemaduras» y eliminar los abarrotamientos.
