‘Limpieza’: Los carros de la basura en la Almería de los años 50

#BajoelManzanillo elogiaba la mejora en el ‘aseo exterior’ de los carros que se dedicaban a la recogida domiciliaria de basuras en 1952, pero pedía evitar las ‘exposiciones’ traseras de los carritos, «exhibiendo cacharros viejos de todas clases, restos de animales que pasaron a mejor vida, y cosas parecidas, que no están de acuerdo con el buen tono de limpieza y aseo de la ciudad».

El cine y sus ‘colas’: «¡Dos pá dentro!», «¡Uno suelto!», «¡Tres!»…

#BajoelManzanillo, recién estrenado 1952, relataba las «batallas campales» para conseguir una butaca en los cines de la época (Cervantes, Apolo, Hesperia y Blanca Nieves Cinema), «aguantando» viento y frío en las «colas» multitudinarias y a quienes por «guapos» querían entrar los primeros. Pacientemente había que aguardar a la voz del acomodador: «¡Dos pá dentro!», «¡Uno suelto!», «¡Tres!»… (Puedes ver el NO-DO y los carteles de las películas que se proyectaban).

Expropiaciones en tres ‘callejones sin salida’ para dar lugar a otras tantas calles en 1952

#BajoelManzanillo apostaba en 1952 por la eliminación de ‘viejas reliquias’ como los ‘callejones sin salida’ para dar paso a calles que hoy podemos disfrutar, caso de las de San Diego de Alcalá o Méndez. La fórmula para ello era la expropiación por parte del Ayuntamiento ‘en beneficio del buen nombre urbanístico de Almería’.

Marinos americanos en Almería

#BajoelManzanillo comentaba en enero de 1952 el entusiasmo que se respiraba en la ciudad con la llegada a Almería de uno de los barcos -el LST 1144- de la Sexta Flota Norteamericana en el Mediterráneo, en una visita a varios puertos, además de al almeriense a los de Málaga, Alicante, Palma de Mallorca y Valencia. El cañorero español «Sarmiento de Gamboa», que fue botado en 1950, acompañó al buque americano, dando un ambiente excepcional al andén de costa, ya que los almeriense pudieron visitar las dos embarcaciones.

La ‘calderilla’

#BajoelManzanillo denunciaba en 1952 el problema que creaba la falta de ‘calderilla’ en sitios donde había que hacer pagos: «Es realmente inexplicable que un servicio de ventanilla, montado para atender al público que va solo y exclusivamente a ‘dejarse caer con la pasta’, no tenga el cambio suficiente para cumplir su cometido». Un problema que al cabo de casi varias décadas con la implantación del euro se suscitaba también, pero que ya ha encontrado muy variadas soluciones. Por suerte, claro.