#BajoelManzanillo se hacía eco en mayo de 1953 de la «incivilidad» que denunciaban vecinos como consecuencia de que muchos árboles moreras eran «arrasados» por quienes acudían a «proveerse de las correspondientes hojas para que no les falte sustento a sus gusanos de seda, y, otros, para gustar de las moras, que tampoco son despreciables». Para las «vandálicas acciones» se pedían sanciones
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Moreras
La Primavera ha devuelto a los jardines y árboles toda su frondosidad. Da gusto ver la exuberancia con que se muestran las moreras plantadas en nuestra Rambla de Belén y otras diferentes calles de la ciudad, a las que da un aspecto de verdor y frescura, en extremo agradable.
Pero he aquí que no se tiene el debido respeto a los árboles. Se les maltrata insistentemente, sin que esa vandálica acción tenga la sanción correspondiente que sirva de ejemplo y coto a esos signos de incivilidad que hoy se nos denuncia. Acabamos de recibir una comunicación de algunos vecinos de la Rambla Alfareros y calle Ramos, en la que hay plantados numerosos árboles moreras, cuyas ramas están siendo arrasadas por la mano destructora de chicos y grandes, que a ellos acuden a proveerse de las correspondientes hojas, para que no les falte el sustento a sus gusanos de seda, y, otros, para gustar de las moras, que tampoco son de despreciar.
El hecho ha sido comprobado por nosotros. En efecto. Hay numerosas tronchadas, árboles vencidos en amenazante exterminación y algunos casi totalmente rapados de hojas. Contra ello procuran luchar los vecinos, pero son causa de soeces palabras y descortés trato, por lo que se impone una más enérgica y ejemplar medida, ya que es de todo punto inadmisible esta conducta y falta de ciudadanía, que pone en peligro la eficaz y laudable labor del Municipio en pro y beneficio del exorno de la ciudad.
EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(‘Yugo’, martes, 12 de mayo de 1953, página 2)
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NOTA.– La imagen destacada de portada corresponde a la Rambla de Belén, donde se aprecian dos hileras de árboles de morera que había en el último tramo, durante la segunda mitad del siglo XX, hasta que se encauzó y embovedó en 1996.. Está captada la instantánea en 1968- Foto BIBLIOTECA DIGITAL DE LA DIPUTACIÓN DE ALMERÍA
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