Orgullo rojiblanco, que nadie lo emborrone

#BajoelManzanillo destaca la importancia que adquiere el orgullo rojiblanco de la mano de la U. D. Almería en los momentos más felices de los 115 años de historia del fútbol almeriense. Pero advierte de los riesgos de algunas decisiones que emborronan una trayectoria de club que debería ser modélica para seguir la hoja de ruta marcada por el ministro saudí Turki Al-Sheikh, que lleve al equipo a competiciones europeas

Escudo elaborado en flores, que luce en la rotonda de acceso a los aparcamientos del «Power Horse Stadium. Estadio de los Juegos Mediterráneos».- Foto JOMARO

El orgullo por los colores de un club es ese sentimiento de satisfacción por los logros o méritos alcanzados o bien por los proyectos deportivos que entusiasman. Todo este cóctel nos lleva a la identificación plena de la afición con la entidad deportiva y lo que representa. En esta línea la afición rojiblanca está en plena efervescencia, en su apogeo, después del ascenso a Primera División de la U. D. Almería y la excelente temporada en Segunda. Hay un entusiasmo generalizado, como nunca, por el regreso a la máxima categoría del fútbol español. Pero, si quienes toman decisiones ejecutivas en la entidad se empeñan en administrar mal ese estado de felicidad, puede verse emborronado el orgullo rojiblanco de forma irreparable.

La ilusión ha desbordado todas las previsiones e, incluso, las cotas alcanzadas con anterioridad, la más señalada cuando la Agrupación Deportiva Almería, en 1979, debutaba y conseguía la permanencia en Primera. El proyecto del ministro saudí, Turki Al-Sheikh, ha calado hondo y vivimos unos momentos dulces con el objetivo puesto en alcanzar clasificación europea en el plazo de tres temporadas. No se puede pedir más, en menos, y en tiempos difíciles. El magnate árabe, entre sus objetivos, porque así lo demostró, estaba el conseguir una auténtica masa de aficionados fieles al escudo, dejando, de una vez, a los grandes de la liga en un segundo plano. Eso se ha alcanzado, como hemos comprobado, en este primer trienio de la era Turki.

El orgullo rojiblanco tiene varios exponentes significativos que nos transmiten esas sensaciones de identificación con un equipo, un club, un proyecto deportivo de amplias miras. Lo podemos medir en los desbordantes momentos vividos en los prolegómenos de los dos últimos decisivos partidos de la temporada pasada en Segunda División, ante el Alcorcón, en Almería; y, ante el Leganés, en la localidad madrileña. La afición emocionó y ofreció sendos recibimientos a su equipo que ponían los pelos de punta. Sirva una muestra. Así nos relataba un aficionado de toda la vida lo que sintió en Leganés: «Me fui con mi nieto y la familia a la cita de la Plaza Mayor de Leganés, a las cinco y media de la tarde -domingo, 29 de mayo de 2022-, para ir a recibir al equipo. ¡¡Cómo disfruté!! Había mas de tres mil almerienses que no dejaban de cantar, la mayoría muy jóvenes, con sus camisetas, bufandas y con un comportamiento excepcional, simpáticos, animosos… saludando, con mucha gracia, a toda la gente que salía a los balcones para ver esa marabunta de aficionados cantando …Y luego cuando llegó el equipo pues también fue emocionante«.

Después, la alegría desbordante, una vez conseguido el objetivo del ascenso, la fiesta espontánea de por la noche en la Rambla, el mismo domingo, 29 de mayo, toda una explosión de alegría. Y, el martes, 31 de mayo, el desfile triunfal por la ciudad en autobús de la plantilla, cuadro técnico y directiva del club. Escenas inenarrables de satisfacción multitudinaria, niños, jóvenes, y personas de todas las edades, aficionados de siempre, vivieron unas horas de auténtica pasión por su equipo. A lo largo del verano, la respuesta de la afición ha sido masiva y de un calado importante, tanto en los fichajes que se vienen realizando, como en la renovación de abonados y en la fiesta celebrada este mismo 30 de julio de 2022, en el Estadio Municipal de los Juegos Mediterráneos, para estrenar la primera fase de la remodelación de la que está siendo objeto el recinto deportivo y el nuevo nombre del campo, «Power Horse Stadium«. Todo en el 18 aniversario de la instalación -se inauguró el 31 de julio de 2004 con el Campeonato de España de Atletismo, un año antes de los Juegos Mediterráneos-. Fueron cuatro horas largas las que duró el espectáculo con la brillante actuación estelar del almeriense David Bisbal y de otros artistas. Lo más emotivo, cuando Bisbal cantó el himno de la Unión Deportiva, acompañado del guitarrista almeriense Guillermo Fernández, autor del mismo.

En general, la buena gestión deportiva, unida a la administrativa y a la capacidad económica, junto a la mejora de las infraestructuras del estadio, que en breve alcanzará el aforo necesario para atender la amplia demanda, también han contribuido a enriquecer el entusiasmo y el amor de la afición por la entidad, identificándose plenamente con la causa.

Muchas fachadas siguen luciendo motivos rojiblancos, como en esta vivienda de la Vega de Acá.- Foto JOMARO

Hay otras pequeñas muestras que, sin duda, hacen orgullo rojiblanco. Esas cientos de banderas o pancartas con los colores del club, muchas de ellas, aún colgando de balcones, terrazas y ventanas; las miles de camisetas que día a día lucen niños y jóvenes, sobre todo; las redes sociales con miles de seguidores que echan humo con cualquier noticia, opinión o comentario sobre la U. D. Almería…O, cuando hace solo quince días, un domingo a media mañana, fuimos testigos de cómo desde uno de los portales de las casas más antiguas de la calle San Juan de Ávila, en la periferia del Estadio de la Juventud ‘Emilio Campra’, salía un abuelo con su nieto, ambos luciendo orgullosos una camiseta del Almería, camino del Parque de las Familias. Estamos en unos momentos en los que la identificación con el proyecto del ministro saudí es plena y hay que cuidarla, desde los mínimos detalles hasta los de más proyección.

Noticia que daba ‘Ideal Almería’ en su edición impresa del 6 de julio de 2022 sobre el señalamiento a un periodista.

Y, precisamente, en este aspecto, el club no ha dado la talla, no ha estado a la altura en los últimos meses y está empañando de forma importante ese orgullo rojiblanco tan indispensable para alcanzar cotas mayores. Vamos a referir solo dos, aunque hay alguna más. A primeros de julio, en una de las vallas de acceso al estadio, de propiedad municipal, aunque cedido al club, donde tiene la sede, se exhibió una pancarta donde se señalaba a un periodista, dando a conocer que le «quedaba prohibido el acceso al estadio«, «por declaraciones racistas contra la directiva del club«. Aparecía una fotografía del comunicador con un símbolo de prohibido el paso sobre impreso, además de la etiqueta «#noalracismo», así como algunos anagramas, entre otros el de LaLiga. Sin entrar a valorar el fondo del asunto, este tipo de señalamientos son impropios de una sociedad democrática y el club no debería consentirlos, independientemente de que la entidad esté o no detrás de ello. Si ha habido insultos o «declaraciones racistas» para eso están los tribunales ordinarios, los órganos de conciliación, o las comisiones de arbitraje, quejas y deontología. Estos hechos son peligrosos, no deben repetirse nunca, y hay que condenarlos con contundencia. Si se pierden las formas, a veces, también se escapa la razón.

Otro borrón en esta ebullición de entusiasmo rojiblanco ha venido marcada por la gestión administrativa del club en cuanto a los abonos. Dado el éxito en las renovaciones, en un tanto por ciento elevadísimo, han decidido no llevar a cabo la anunciada incorporación de nuevos abonados después de abrir una lista de espera que al final superó los diez mil, prácticamente los mismos que han sido los que han ratificado su compromiso con el club. Todos los aspirantes al abono se han quedado con las ganas. Con esta decisión se han roto muchas ilusiones de personas de todas las edades. Ni un sorteo, aunque sea mínimo, ni un gesto generoso con los que se han quedado a dos velas. Sin entrar en detalles, ha habido polémica, denuncias, protestas de todo tipo y la imagen de la entidad ha estado por los suelos. A eso, hay que añadir que en los tiempos en que estamos, con plenos desarrollos informáticos, los servicios electrónicos de la U. D. Almería dejan mucho que desear para este tema y para la venta de entradas. Hay que volcarse y conseguir herramientas eficaces al alcance de todos los aficionados.

El hecho de dar el salto a la Primera División debe de ir acompañado también de un mayor esfuerzo en las relaciones externas de la U. D. Almería, sobre todo en materia de comunicación con herramientas y cuadro de personal lo suficientemente amplio y preparado como para afrontar un plan estratégico y efectivo con proyección internacional, al menos en las mismas proporciones que se hace en las redes sociales. Debe de haber armonía, medios y profesionales especializados.

Así es, ‘Almería es de Primera’, el sueño, a punto de comenzar. Pancarta en la Rambla.- Foto JOMARO

El orgullo rojiblanco, en los momentos más altos de toda la historia del fútbol almeriense, a punto de cumplir 115 años -los cimientos se pusieron en agosto de 1907, ver ‘Los cimientos del fútbol almeriense y ‘La I Copa de Almería de foot – ball, en 1910, para consolidar los inicios del balompié almeriense‘ – no merecen ni estos borrones mencionados, ni otros que manchan la estela de un club que debe ser modélico en Primera División, porque para eso su proyecto trienal tiene fijadas metas altas para estar entre los grandes. Cultivemos la tolerancia, los buenos gestos, la eficacia, la gestión transparente y reflexiva, lejos de precipitaciones y decisiones en caliente, y de esta manera creceremos de forma uniforme y en consonancia con la hoja de ruta marcada. Porque de lo contrario, como bien escribía recientemente el periodista deportivo de RNE y colaborador de ‘Ideal‘, Javier Gómez Granados, «el éxito de la UDA es tal que, de no gestionar bien el momento, puede morir de sobredosis«.

José Manuel Román
Periodista

Vía Juanen Pérez Miranda.

NOTA.- La imagen destacada de portada corresponde a la fachada del edificio Banesto, en pleno Paseo de Almería, donde el orgullo rojiblanco, por medio de esa pancarta, luce intensamente.- Foto JOMARO

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Publicado por José Manuel Román

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