#BajoelManzanillo dedica un perfil a la persona y trayectoria profesional de Manuel Portero Castaño, que, en estos días, se jubila tras cuatro décadas al frente del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria, en Almería. Este tijolense de 65 años deja una huella de excelencia, tanto en el plano humano como en el de la función pública, donde es todo un referente para generaciones futuras
Resulta difícil catalogar toda una trayectoria brillante de casi cuarenta años dedicada a liderar y coordinar la lucha contra el narcotráfico, el contrabando y el fraude en Almería. Manuel Portero Castaño, jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria en la provincia, se jubila. Será el 15 de enero de 2022. Este tijolense de 65 años, concluye una etapa sobresaliente en la función pública, constituyendo todo un referente para futuras generaciones.

Portero Castaño pone fin a una dilatada vida profesional presidida por la ‘excelencia‘, el saber estar, el trabajo metódico y meticuloso, la coordinación de un equipo de grandes profesionales que él mismo se encargó de construir, formar y estructurar. Han sido cuatro décadas de una labor sin saber de horas ni de días festivos, sábados o domingos; de dedicación plena a los objetivos marcados, dando ejemplo de entrega, dedicación y laboriosidad.
Pero, si la ‘excelencia‘ ha sido la que ha marcado su trayectoria profesional, en el plano personal, no es menos. Manolo es de esas personas buenas, a las que no falta nunca una sonrisa, ni en los momentos difíciles, el de la mano tendida generosa, comprensivo y, en todo momento, con un espíritu de servicio a los demás, como pocos hacen gala. Su personalidad humilde y sencilla le han hecho crecer de forma gigantesca para acometer con éxito cualquier objetivo que se propusiera. Quienes le conocemos somos sabedores de su bonhomía.

En 1979, Manuel Portero aprobó su ingreso en la escala de Agentes del Servicio Especial de Vigilancia Fiscal, como en aquellas fechas se denominaba a Vigilancia Aduanera, que es conocida por este nombre desde 1982, dependiendo del Ministerio de Hacienda, y a partir de 1992, de la Agencia Tributaria. Su primer destino fue Algeciras. Poco después, enero de 1981, y a petición propia, fue trasladado a la jefatura de Vigo. Un año más tarde a finales de 1982, en el mes de noviembre, accede por oposición a la escala de inspectores de Vigilancia Aduanera. A los quince días le nombran jefe adjunto en la capital viguesa. En la primera quincena de enero de 1985, solicita incorporarse a la Jefatura de Almería. En el B.O.E de 1 de abril de 1985, aparece su nombramiento como jefe en la provincia almeriense, cargo que viene desempeñando desde esa fecha hasta ahora, cuando se jubila.
A penas eran cinco funcionarios los destinados a esta área de la administración tributaria en 1985. Ha llovido mucho hasta hoy, que se cuenta con una plantilla de unas sesenta personas, además de unos medios con los que no se podía ni soñar en aquellos tiempos: dos patrulleras de altura y velocidad, un helicóptero con base fija en el aeropuerto almeriense y una decena de turismos. Toda esa transformación que convirtieron a Almería en uno de los Servicios de Vigilancia Aduanera más punteros de la Agencia Tributaria, fue capitaneada, planificada, asumida y mantenida bajo el liderazgo de Portero Castaño, de una forma ejemplar. Hoy, el equipo del servicio en Almería es uno de los mejores dotados y preparados para afrontar un trabajo que, en muchos casos, pone en riesgo la propia vida de quienes desempeñan su labor en la lucha contra el narcotráfico, el contrabando y el fraude, misiones fundamentales que les ocupan.

El empeño y dedicación de Manuel Portero siempre fueron un referente de colaboración generosa, no solo con las diferentes dependencias de la Agencia Tributaria, sino también con el exterior, fundamentalmente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Guardia Civil y Policía; la Subdelegación del Gobierno o la administración de Justicia, sin olvidad la Autoridad Portuaria. Los numerosos reconocimientos y distinciones de la que ha sido objeto, ponen de manifiesto la ‘excelencia’ y altura de su trabajo.
Se nos jubila un auténtico referente en la Agencia Tributaria de Almería. Han sido cuatro décadas de éxitos por tierra, mar y aire, de misiones saldadas siempre con el orgullo del deber cumplido. No hubo pequeñas y grandes misiones, porque todas eran importantes para Portero y su equipo. Colaborar con el Servicio de Vigilancia Aduanera siempre era un honor y un orgullo, porque sabían apreciar, interpretar y utilizar debidamente la información que obtenían de otras dependencias o áreas de la propia agencia. Doy fe en primera persona de esa colaboración leal que iniciamos allá por los años ochenta y que se mantendría durante décadas.
Ha llegado el momento de la jubilación para Manolo, quien ahora se podrá dedicar con intensidad a su familia, siempre generosa y comprensiva con él. Y, como premio, el cariño, aprecio, consideración y afecto de muchos de los que tenemos el placer de conocerle y trabajar con él codo con codo, de quienes formaron equipo con él, de quienes fueron sus jefes o compañeros y de cuantos desde fuera de la Agencia Tributaria le admiran y quieren. Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento hacen de Manual una persona única. Bienvenido a la era del júbilo. Un fuerte abrazo y enhorabuena.
José Manuel Román
Periodista. Jubilado de la Agencia Tributaria

NOTA.- La fotografía destacada de portada, gentileza de su autor, Javier Alonso (‘Diario de Almería‘), nos ofrece una imagen de Manuel Portero Castaño el pasado diciembre, posando en el Puerto de Almería, ante una de las patrulleras de altura del Servicio de Vigilancia Aduanera de Almería.
Noticias relacionadas
Vigilancia Aduanera, la pesadilla de los narcos(Por Iván Gómez, en Diario de Almería, 22 de junio de 2014)
Manuel Portero: «Tabacalera nos daba mil pesetas por cada caja de tabaco intervenida» (Por Iván Gómez, en Diario de Almería, 9 de enero de 2022)


