#BajoelManzanillo rescata los inicios de la natación almeriense a principios del siglo XX ofreciendo detalles, protagonistas, anécdotas e incidentes de las ‘cucañas’, ‘concursos’ y ‘travesías’ que tienen por marco el Puerto de Almería en 1906, 1907 y 1910. Unos cimientos sólidos avalados por las clases populares y elitistas de la sociedad almeriense, en la práctica y en la acogida como espectáculo deportivo feriado, con una actividad que sería continua hasta nuestros días

Eduardo Santander Andújar, en 1906, 1907 y 1910; Olimpio Vílchez Martínez, en 1907; y Desiderio Gómez, Miguel López, Manuel Martín Coto, y José Puertas, en 1910, son los nadadores ganadores de las primeras pruebas de natación que tienen lugar en Almería a principios del siglo XX. Eran trabajadores portuarios o formaban parte de la marinería de barcos fondeados ocasionalmente, en agosto de esos años, en el Puerto almeriense. Las competiciones surgen en el marco de la Feria, las primeras en 1906 y 1907, con la denominación de ‘cucañas‘, enlazadas a las regatas de vela y remo; y, la más consistente y reglada, en 1910, llamada por la prensa ‘primer concurso de natación‘, que prácticamente fue la travesía a nado del puerto, 600 metros, inédita hasta ese momento.

La natación, junto con el atletismo, es uno de los deportes más antiguos y con numerosos practicantes en sus comienzos, quizás por sus beneficios para la salud. Ya era conocido por egipcios, griegos, romanos y etruscos. En el siglo XIX había competiciones en lugares de Australia y Reino Unido, mientras en Europa aparecen pruebas totalmente regladas en el tramo final decimonónico, cuando también forma parte del programa deportivo de las I Olimpiadas de Atenas de 1896. Luego llegaría la federación internacional de esta disciplina y sus campeonatos mundiales en la primera década del siglo XX, prácticamente cuando aparecen las primeras pruebas en Almería.

El Puerto de Almería juega un papel determinante en la extensión de la natación, ligado a los trabajadores portuarios; a la marinería, tanto de buques de estancia ocasional como fija, pesqueros, sobre todo; y, en gran medida, en paralelo al auge de los deportes náuticos de remo y vela, que alcanzan gran implantación y práctica, en torno a sociedades que se constituyen –Club de Regatas– e instalaciones -balnearios-, que se ponen en marcha. Remo y vela fueron modalidades con consistencia en el paso de un siglo a otro, de la mano del Club de Regatas, que impulsaron Francisco Rueda y Adolfo Babiloni, quiénes, dicho sea de paso, aunque profundizaremos en otra ocasión, lograron que su sede fuese hasta decorada con magníficas obras pictóricas del destacado artista Antonio Bedmar. Todo influye para que la natación encuentre hueco en la programación feriada de cada agosto.

La natación ligada a las cucañas y las regatas (1906 – 1907)

La prensa de finales del siglo XIX y principios del XX realizó alguna que otra referencia a la natación, en relación a otras provincias o en el extranjero. En 1906 y 1907 se celebran cucañas y regatas de remo en la playa frente al Malecón, en el Puerto, y por la información que recoge ‘La Crónica Meridional‘ del 19 de agosto de 1907, sabemos de la relación de los nadadores con las cucañas, en estos primeros festejos que se celebran dentro del marco de la Feria, en honor a la Virgen del Mar. Una gacetilla feriada de ‘La Crónica Meridional‘, en portada del 19 de agosto de 1906, hace mención a que «por la tarde -día anterior, 18 de agosto- se celebraron cucañas en la playa, frente al Malecón, presenciándolas regular público«. En el Puerto, como era costumbre, había representación de la Marina Española, en esta ocasión los buques de guerra ‘María de Molina‘ e ‘Infanta Isabel‘.

Es en 1907, en la reseña que aparece en ‘El Radical‘, diario republicano, del 23 de agosto de ese año, cuando descubrimos que las cucañas, anunciadas junto a las regatas de remo, eran pruebas rudimentarias de natación. Afirma que «a la señal convenida comenzaron a luchar por coger el consabido banderín, algunos buenos nadadores -primera referencia en prensa almeriense a la natación-, consiguiendo llevarse los premios los siguientes individuos.
El primero, de treinta pesetas y el segundo de diez, Eduardo Santander Andújar, que también ganó dos en las celebradas el año pasado -la de 1906 tuvo también como triunfador a este nadador, que tiene el privilegio de ser uno de los pioneros y más destacados de la natación en Almería-, y el segundo de veinte pesetas -aquí cambia la cifra del premio, cuando antes había dicho diez pesetas-, Olimpio Vílchez Martínez«.

La cucaña – prueba de natación había tenido un jurado, compuesto por el presidente de la Comisión de Festejos, Sr. Oña; el segundo comandante de Marina, Sr. López Perea; y los concejales señores Pérez Gallardo y Padilla Montoro, que «se habían situado en el ángulo que forma la cortina del contramuelle, frente al malecón«, donde se había concentrado «un numeroso público». También sabemos que la mar estaba «un poco agitada por el poniente» que reinó en la bahía, «pero ello no obstaba para que la fiesta se llevara a cabo con lucimiento«.

Después de la cucaña tuvieron lugar las regatas de remo, cuyo detalle aparece en la reseña que ilustra este artículo de ‘El Radical’ del 23 de agosto de 1907.

Suspenden por la Guerra de Melilla el concurso de natación de 1909

El 7 de agosto de 1909 la prensa -‘La Independencia‘, en portada- anuncia con todo detalle que durante la Feria se celebrarán dos concursos de natación, con esa denominación, los días 13 y 19 de agosto, en la bahía y ofrece las reglas que habrán de observarse:

«Todos los que pretendan tomar parte en el expresado concurso, lo manifestarán en la secretaría del Excmo. Ayuntamiento antes de las doce de la mañana de los respectivos días.
El recorrido comprenderá desde el cantil del muelle de Poniente, en la parte que da frente al morro de Levante, a las escalerillas de este último dique.
Se concederán dos premios: uno de 75 pesetas y otro de 50 para los dos nadadores que primeramente hagan el recorrido señalado.
La salida del muelle de Poniente se hará al disparo de un cohete.
Los concurrentes deberán llevar bañadores que cubran todo el cuerpo.
La comisión de Festejos hará en el acto entrega de los premios, a los que los hubiesen ganado y observado la condición anterior«.

No serviría de nada el anuncio. El lunes, 9 de agosto, en el Ayuntamiento, a las 5 de la tarde, se celebró sesión pública de la Corporación Municipal, posterior a una ‘sesioncilla‘ previa de una hora, para tratar de una proposición del concejal síndico republicano José Jesús García. Pedía la suspensión de algunos festejos del programa de Feria que no perjudicaban al sector del comercio, los más afectados por la moción. Y, decía textualmente, «porque los comerciantes deben saber que tenemos una guerra en Melilla, donde se vierte sangre, y, por tanto, la situación es bastante grave en España» (‘La Crónica Meridional‘, del 10 de agosto de 1909). Finalmente, agrega el diario, “la feria no se acordó suprimirla, pero sólo han quedado reducidos los festejos a los Juegos Florales, procesión y castillo de la Virgen del Mar y a las corridas de toros…«

El primer concurso de natación, anunciado como tal para agosto de 1909, no llegó a celebrarse, estaba entre los festejos que se suspendieron.

Según recoge el libro «El deporte en Almería, 1880-1939. Una historia sobre el ocio y la formación de la identidad provincial«, de los profesores Donato Gómez Díaz y José Miguel Martínez López, «el 13 de diciembre de 1909 se celebra el primer concurso de natación, un título que contradice lo que se realizó anteriormente, pero en aquella ocasión la competición era una pugna por coger un banderín, mientras que ahora se refiere a una carrera de natación reglada con salida y llegada medida«. De este concurso referido en el libro, sin más, no hemos sido capaces de encontrar ninguna anotación, ni referencia en las hemerotecas, ni en ninguno de los diarios de esas fechas de diciembre de 1909. Bien es cierto que el anuncio de agosto que hemos reproducido reunía esas circunstancias, y bien podría haber sido retrasado, pero lo dudamos al no encontrar ninguna fuente de la época que justifique su celebración.

El gran concurso de natación reglado de 1910 y los consejos para el baño

En los primeros días del mes de julio de 1910, los periódicos ‘La Crónica Meridional’, ‘El Radical‘, ‘La Independencia‘ y ‘El Popular‘ ofrecen el programa de las fiestas de agosto, en honor de la Virgen del Mar y ahí aparece el anuncio del concurso de natación, fijado para las 6 de la tarde del 19 de agosto de 1910. De igual manera lo refleja el programa oficial de las fiestas que editaba el Ayuntamiento de Almería, con un dibujo ilustrativo, donde se ven nadadores luchando en el mar por alcanzar un banderín con la enseña de Almería sobre una boya. La ilustración más bien recuerda a las pruebas de cucañas de años anteriores, si nos atenemos a lo reflejado en la prensa, como hemos comentado.

Curiosamente, el 17 de agosto de 1910, dos días antes de la prueba, ‘La Crónica Meridional‘, destaca el fallecimiento del joven de 17 años, Salvador González Montoro, hijo del alcalde de Vera, Salvador González Saldaña. En la playa de Puerto Rey, «el deseo de secundar a un compañero de baño en sus evoluciones de natación» hizo que el joven Salvador se lanzara al mar y fuera arrollado por las olas, en medio del fuerte temporal. Los intentos por recuperar al chaval fueron baldíos.

A raíz del accidente y en vísperas de la competición, ‘La Crónica’ daba consejos a los bañistas:
“Aunque conocidos, no estará de más repetir los siguientes preceptos de la higiene del baño:
1.- Mojar la cabeza al igual que el resto del cuerpo para igualar la acción vaso motora y evitar la congestión cerebral.
2.- No entrar en el agua hasta pasadas las tres o cuatro horas que dura la digestión gástrica.
3.- No prolongar la estancia ni abusar de los movimientos para evitar calambres.
4.- No permanecer mucho tiempo con el cuerpo mojado fuera del agua.
5.- Buscar los sitios de más pureza del agua.
6.- Evitar la entrada del baño en estado de sudor o agitación”.

Desarrollo de la primera travesía del puerto a nado

El viernes, 19 de agosto de 1919, el Puerto de Almería, fue escenario de la primera travesía a nado, llamado ‘concurso de natación‘, desde el muelle de Poniente hasta el contramuelle, donde el Andén de Costa, con una distancia de 600 metros. En la meta, a un lado y otro de la llegada, estaban anclados el contratorpedero «Osado» -a la escala habían de llegar los nadadores-, cuya oficialidad y marinería fueron decisivas en la organización de la prueba, y el vapor ‘Turia‘, completamente abarrotados de invitados, predominando el género femenino, y con la banda del Regimiento de Córdoba, que amenizó la jornada vespertina. Se dieron cita en el Puerto «millares de personas«. Es la primera competición de natación, reglada y perfectamente organizada, que tiene lugar en Almería, ya que los antecedentes de las cucañas de 1906, 1907 e incluso la de 1910, no podemos considerarlas como tal. Y, la sola referencia de que disponemos de 1909, no hemos podido cotejarla fielmente, con fuentes de crédito.

Los cuatro diarios editados el 20 de agosto de 1910 recogen de manera extensa y detallada lo que fue el concurso de natación, «que por primera vez se ha celebrado en Almería«, como destacaban ‘El Popular‘ y ‘La Crónica Meridional’. El ambiente fue excepcional desde antes de la hora anunciada para la salida -6 de la tarde-, ya que los alrededores del Puerto fueron llenándose de público, mientras la banda del Regimiento de Córdoba, a bordo del ‘Turia‘, amenizaba los preparativos. El festejo fue patrocinado y organizado por el Ayuntamiento de Almería con la dirección técnica del comandante del buque de guerra «Osado«, cuya marinería tuvo una importante participación, copando los primeros puestos de la clasificación. Tan decisiva fue la aportación del ‘Osado‘, que ‘La Independencia’ decía: «Justo es consignar que los distinguidos marinos que hoy son nuestros huéspedes, fueron los verdaderos organizadores del concurso, y que lo hicieron a las mil maravillas«.

Participaron los nadadores Desiderio Gómez, Pedro Zapata, Miguel López, José Puertas, Juan de la Cruz Avilés, Manuel Martín Coto, Juan Consuegra, y Antonio Bustos, todos marineros del ‘Osado‘; y, Diego González Belver, Eduardo Santander Andújar, José Sánchez, Pedro Ibáñez, Pedro María Flores y Nicolás Uroz García, almerienses, algunos trabajadores portuarios.

El relato de la competición de ‘La Independencia‘ señala que «a las seis y veintitrés minutos, un cañonazo disparado por la bella señora de Pascual (en otras dos crónicas indican que hizo de artillera la señorita Luz Merelo) dio la señal de salida. Segundos después divisábase con los gemelos uno de los nadadores que llevaba a los demás varios metros de delantera, continuando así hasta llegar a la meta. Durante el tiempo que duró el recorrido, todos observaban con interés los movimientos de los nadadores. A las seis y media divisábase ya claramente al que nadaba en primer término. Unos minutos más de ansiedad por parte del público, y el campeón, nadando tranquilamente, sin dar pruebas de cansancio, ganó el portalón de babor del buque. Eran las seis treinta y cinco minutos y treinta segundos. Había recorrido el trayecto en doce minutos y medio. El ganador del primer premio llamase Desiderio González, y es marinero del ‘Osado’. A las 6,36 llegó el marinero Miguel López, y dos segundos después su compañero Manuel Coto. José Puertas, también marinero del ‘Osado’, llegó a la meta seis segundos más tarde. Los vencedores recibieron los premios en metálico de manos de doña Aurora Pérez de Gómez Sellés y las señoritas Fernanda Roda y Anita Martínez. Al llegar los triunfadores a la meta, el público aplaudió y la banda del Regimiento de Córdoba tocó una alegre marcha«.

Los periódicos no se pusieron de acuerdo en el tiempo empleado por los ganadores de la travesía: ‘La Crónica Meridional‘ daba como registro del vencedor 15 minutos, y al segundo y tercero, 16 y 17 minutos, respectivamente; y ‘El Popular‘, decía que los tiempos fueron de 12 minutos, el primero; 13 minutos y 5 segundos, el segundo; y, 14 minutos, el tercero.

Los premios entregados a los tres primeros fueron en metálico: 50, 30 y 20 pesetas, respectivamente. El jurado del concurso, según ‘La Crónica Meridional‘, estuvo formado por el comandante del ‘Osado‘, Manuel Tejera; el alcalde, Sr. Moreno Gallego y los tenientes de alcalde, Srs. Pérez Cordero y Rovira. Mientras ‘La Independencia‘, decía que lo constituyeron «los señores alcalde, segundo comandante del ‘Osado’, Sr. Gómez y Rodríguez de Arias; señor Pérez de Ojeda, en representación del comandante de Marina; presidente de la comisión de Festejos, señor Pérez Cordero, y práctico mayor del puerto«. Tampoco se puso de acuerdo ‘El Popular’ para quien el jurado fue «el alcalde señor Moreno Gallego, primero y segundo comandantes del ‘Osado’, presidente de la Comisión de festejos y práctico mayor del puerto«.

El festejo deportivo constituía todo un acontecimiento social de primer orden en la capital y de ahí la importancia que los periódicos daban a la presencia de los invitados, sobre todo a las señoras y señoritas que se encontraban a bordo del contratorpedero ‘Osado‘ que, según constatamos por las informaciones cotejadas fueron: las señoras de Bonilla, de Pascual, viuda de Gómez de Talavera, de Rubira, de Quesada, de Ferrera, de Toll, de Villahermosa, de Pérez Cordero, de López Frías, de Gómez Sellés, de Miura, de Estevan (don David), de Montejo, de Cervantes, de Cassinello (don Andrés), de Cumella y señoras Luz Merelo y Aurora y Francisca Pérez Cordero; señoritas Fernanda Roda, María Villahermosa, Rafaela Acuña, Carmen Toll, Anita Martínez, Carmen Rubira, María y Antonia Quesada, Juana López, Elena y Carmela Vizconti, Concha Martínez y Ángela Cassinello.

‘La Independencia‘ relacionaba también a los invitados, señores Talavera, Toll, Bonilla, Fernández Palacios, López Frías, Pascual, Vivas Morales, Villahermosa, Bover, Barrón, Jiménez, Moreno Nieto (don Antonio), Rovira Torres, Martínez Leal de Ibarra, Gallurt, Ramos Cordero, Laynez, Pérez Cordero (don A. y don E.), Gómez Campana, Nieto, Ferrera, Fernández, Simancas, Avilés, Acosta (don J.), Pardo, Martínez, Aguilera, Enciso, Quesada, Balhsen, Jover y Estevan (don David). Como podemos comprobar por los nombres, una amplísima relación de las personas que componían la alta sociedad almeriense de 1910.

La ‘cucaña’, los ‘dulces y ponche helado’ y el ‘ligero accidente’

Después de la travesía a nado del Puerto se celebró la ‘cucaña‘, otra prueba de natación, en la que tomaron parte todos los nadadores y algunos otros vecinos de Almería. La señal para dar comienzo fue también un «cañonazo» desde el ‘Osado‘ que realizó Fernanda Roda. Los premiados con 25 pesetas fueron José Puertas, marinero del buque de guerra, y Eduardo Santander, almeriense, trabajador del puerto, que había ganado también las cucañas de los años 1906 y 1907. La entrega la realizaron la niña Candelaria Moreno Ramón, nieta del alcalde, y Marita Ruiz Erce, hija del gobernador civil.

Concluidos los festejos, el comandante del ‘Osado‘ obsequió «a las señoras y señoritas y demás invitados, con dulces, helados y refrescos«, decía ‘La Crónica Meridional‘, que apostillaba: «Todos hicieron elogios de las atenciones del jefe y oficiales del ‘Osado‘«. Mientras, ‘La Independencia’ comentaba que «la oficialidad del barco obsequió a los invitados con dulces y ponche helado. Tratándose de marinos, nos parece infantil decir que la galantería fue la nota saliente de la agradable fiesta a bordo«.

‘El Popular‘, en su gacetilla de portada comentaba un «ligero accidente«: «El marinero del ‘Osado’, José Puertas, que obtuvo el primer premio en la cucaña -antes había sido cuarto en la travesía a nado-, se sintió ligeramente indispuesto, momentos después de terminar la fiesta. Conocido el accidente por el segundo comandante del barco, ordenó que fuera aquel asistido convenientemente, dándole fricciones de alcohol alcanforado. A las 10 de la noche, el marinero había reaccionado y su estado era completamente normal«.

El mar y la natación, más travesías a nado: sus protagonistas

Las competiciones de natación, teniendo el mar como marco para su desarrollo, continuaron los años sucesivos destacando el concurso de Eduardo Santander Andújar, que, desde los inicios en 1906, fue encadenando premios hasta, al menos 1918, que tengamos constancia. Es la Feria quien incluye en sus programas los «concursos de natación» con diferentes distancias, a veces, de 300 metros, otras con pruebas de «resistencia«. Nadadores de las décadas de los años 10 y 20, que destacan, son José y Francisco Padilla, Diego Gómez Góngora, Joaquín Pérez, Antonio Muñoz Pérez y Cayetano Quirós Hurtado (estos dos últimos, marineros del buque de guerra ‘Doña María de Molina‘, surto en el Puerto, en 1924). El Ayuntamiento de Almería suele ser el organizador siempre como responsable del programa feriado, pero en 1929, el responsable de montar el concurso es el Balneario Diana, cambiando el escenario del Puerto por la playa, frente a sus instalaciones. Los ganadores son Ángel Jover y José García Soriano, en velocidad; y, Francisco Vizcaíno y Antonio Águila del Águila, en resistencia.

Según Donato Gómez Díaz y José Miguel Martínez López («El deporte en Almería, 1880-1939«), en 1931 se organiza una competición con el nombre de «Travesía del Puerto«, que aún se mantiene, aunque realmente la primera, aunque no utilizara el nombre, tuvo lugar en 1910, como hemos comprobado. La salida suele darse desde el muelle de Poniente. El responsable de promocionar la natación es ahora el Grupo Lanchafri, que monta travesías del puerto, además de competiciones de velocidad -cien y doscientos metros libres-. En 1934 destaca la figura de José Ochotorena, uno de los nadadores más sobresalientes de todos los tiempos del panorama almeriense, del que ‘La Independencia‘ señalaba su concurso: «Marchando en magnífico cross y sin abandonar nunca el tren iniciado, cubrió el trayecto de 900 metros, en 15 minutos y 16 segundos«. Ochotorena prácticamente contaba sus participaciones por triunfos. Otros nadadores que le hacían sombra a distancia eran Jesús Durbán Remón, Francisco Escobar, Luis Fernández de la Fuente, Ramón Durbán, Juan Jiménez Moreno, y Joaquín Socías.

«Actuaciones divididas, según el grupo social al que se pertenece, las de la Feria populares, o las privadas elitistas. En general, ambas afirman la identidad local y el sentimiento provincial en la medida en que se compite contra gente de fuera, bien sean marinos de los buques de guerra o forasteros que pasan por aquí, bien veraneantes de otros lugares llegados en el periodo estival», como recogen en su libro, Donato Gómez y José Miguel Martínez.

Hasta nuestros días

Después, en la década de los 40, la travesía del puerto a nado continuó con la organización fundamentalmente de Educación y Descanso y más tarde por parte de sociedades o clubes de natación, que fueron los encargados de mantener esta tradición, dentro de las pruebas deportivas feriadas. A mitad del siglo XX, uno de los grandes de la travesía del Puerto a nado era Juan Cañadas, cuya familia vivía en Pescadería y se dedicaba al transporte de cajas de pescado y de hielo. Fue ganador de la prueba durante muchos años.

Así, hasta nuestros días, la más reciente, el 28 de agosto de 2021, la I Travesía a Nado ‘Carlos Tejada’, que tuvo como apelativo ‘Mójate por el tren‘, dándole carácter reivindicativo, y como homenaje al laureado nadador almeriense. Fue organizada por el Club Natación Máster Bahía de Almería y contó con la colaboración de la Mesa del Ferrocarril, Ayuntamiento y Diputación, de Almería. Participaron más de doscientos nadadores, todo un éxito, acaparando los primeros puestos en sus respectivas categorías Germán Rodríguez García, Daniel Muñoz Segura, Lucas Torres García, Raquel Úbeda Fernández, Laura López Sánchez, Gemma Ferrón Picón, Carlos Tejada, Carlos Bienert, Julia Fernández Jiménez y Rosana Vita Villegas. El marco cambia, del Puerto de Almería se lleva a la playa de la Térmica, de ahí lo de primera edición.

En el último tercio del siglo XX, la natación encuentra nuevos escenarios públicos y privados en las instalaciones acordes a los tiempos que se levantan y ponen en marcha, a cargo de diferentes instituciones o clubes y sociedades. La primera fue la de Las Almadrabillas, en la antigua Fábrica del Gas, a cargo de la Obra Sindical de Educación y Descanso, que disponía de piscina y fosa de saltos de trampolín. Los Juegos Mediterráneos de 2005 dejaron unas infraestructuras para la natación excelentes.

De una u otra forma, la natación almeriense supera ya los 115 años, un deporte más que centenario que tuvo en el mar y en el Puerto, su medio natural para nacer y crecer en competiciones de todo tipo, y, posteriormente, para perpetuarse como escenario idóneo de travesías a nado. Sus comienzos, objeto fundamental de este trabajo, fueron tímidos, pero con un amplio respaldo social, tanto en la práctica, entre las clases populares y elitistas, como en la acogida por parte de los almerienses en general que se volcaron para presenciar las primeras pruebas de «cucañas«, «concursos» o «travesías«.

José Manuel Román
Periodista

NOTA.- La foto de portada, destacada, es de una panorámica del Puerto de Almería en 1909, donde se aprecia perfectamente el recorrido del primer concurso de natación, travesía a nado, 600 metros, desde el muelle de Poniente, frente al morro del muelle de Levante, al Andén de Costa, casi esquina con el mismo muelle de Levante, donde estaba atracado el contratorpedero ‘Osado‘. La instantánea es de la colección de postales Vázquez y se encuentra en la Biblioteca Digital de la Diputación Provincial de Almería.