#BajoelManzanillo, en un paseo dominical por las ramblas de Belén y Amatisteros, pone al descubierto la suciedad, dejadez y abandono que sufre este espacio urbano tan especial para la ciudadanía. Un cuadro desolador del que deberíamos avergonzarnos todos y que precisa de una actuación eficaz, global y urgente. Un lugar vital para los almerienses merece cuidados y esmero en el mantenimiento y limpieza. He aquí 90 muestras de lo que decimos.

Las ramblas, de Belén y de Amatisteros, languidecen. La gran obra del siglo XX, que cambió las costumbres y la fisonomía de la ciudad, marcando un antes y un después, se nos muere poco a poco, cuando han pasado algo más de dos décadas desde su finalización. La situación es insostenible y basta con un paseo a cualquier hora a lo largo y ancho de este espacio urbano para comprobar lo que decimos, producto de la suciedad más flagrante y de la falta de un mantenimiento eficaz y diligente.
A más de un ciudadano de a pie y de nuestros responsables políticos municipales se nos debería de caer la cara de vergüenza. Los unos por no cuidar como merece el lugar del que disfrutan y los otros porque no son capaces de desarrollar políticas efectivas de vigilancia, limpieza, mantenimiento y conservación de una de las joyas que tiene la capital.
Desde el principio de las dos ramblas, en la confluencia de las carreteras de Granada con la de Ronda, la de Amatisteros, y desde la autovía, la de Belén, hasta la desembocadura en el Cable Inglés, nos encontramos con un panorama de abandono y dejadez más que palpables. Son escenas dantescas, en algunas zonas tercermundistas, como demuestran las imágenes que ofrecemos. Animales muertos, excrementos de canes y hasta de personas, suciedad maloliente, mugre que no salta más que con una limpieza exhaustiva y a fondo, basuras que se acumulan sin que se retiren, papeleras llenas…fuentes sin funcionar o a medio rendimiento, algunas con su maquinaria a la intemperie y oxidándose, acumulando residuos, plásticos y marranerías…zonas ajardinadas secas, árboles que no se reponen…mobiliario que se destroza y deteriora sin que nadie haga nada…la pavimentación y enlosado resquebrajados o levantados sin remedio, deteriorado y con partes destrozadas que representan un grave peligro para quienes transitan…cables sueltos, focos de iluminación sin funcionar desde tiempo inmemorial, algunos cegados con cemento…zonas infantiles y deportivas deterioradas faltándole elementos (canastas de baloncesto sin aro, sin ir más lejos)..monumentos, como el de la Caridad, que precisan de una actuación puntual para su conservación, ya que es objeto de las inclemencias del tiempo…Un cúmulo tal de despropósitos, que, o se acomete un plan integral en las dos ramblas, o mucho nos tememos que, a no tardar, haya que lamentar daños irreparables.
A todo lo anterior hay que añadir la insoportable situación, ya denunciada en otros post de esta web, de la desembocadura de la rambla en el Cable Inglés: un río de agua fecal vertiendo al mar de forma continuada, un géiser convertido en un amasijo de hierros, y la pavimentación, recién estrenada hace un par de años, de la Ballena de Gabriel cayéndose literalmente a trozos. Las grandes losas de mármol descansar en el fondo del mar, en la misma desembocadura. Claro que el espectáculo, unos metros antes, en la misma rambla, en su tramo final, donde la fuente de los 102 pueblos, es también para echarse a llorar por el abandono, la dejadez, que dan lugar a un cuadro desolador y a un pestazo insoportable.
A pesar de todo, los almerienses siguen usando la rambla como el principal espacio de ocio y recreo, desde los barrios de Los Ángeles, Plaza de Toros, San Félix, Barrio Alto hasta los más céntricos. Precisamente por eso, por ser el espacio más compartido de la ciudad, el mimo municipal debería ser especial y muy lejos de los cuidados mínimos actuales.
Da la sensación de que hay impotencia municipal para afrontar estos problemas de limpieza y de mantenimiento. Y, son capítulos donde no debería regatearse ni un euro, porque son problemas que la ciudadanía exige que se solucionen y de forma eficaz. Sirvan estas letras, resultado de un paseo dominical matutino, para estimular a su arreglo y solución por parte de los responsables del Ayuntamiento, no solo gobernantes, sino también oposición, que debería ejercer la presión necesaria como para que se adopten medidas urgentes y que inmediatamente den resultado. ¡Manos a la obra!
José Manuel Román
Periodista
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NOTA.- La fotografía corresponde al tramo final de la Rambla, antes de la desembocadura, en la Fuente de los 102 pueblos. Es una imagen que refleja la dejadez y suciedad en la que están sumidas las dos ramblas, de Belén y de Amatisteros, como demuestran las más de 90 instantáneas que ilustran este comentario.- Foto JOMARO
Un mes después, todo sigue igual o peor
Un mes después, el 16 de agosto de 2021, las cosas en las dos ramblas, de Belén y de Amatisteros, siguen igual o peor. Si bien se ha puesto en marcha, con cierto decoro, algún estanque, otros siguen sin funcionar y secos, la suciedad en general continua acumulándose, y los destrozos se acentúan o aparecen nuevos despropósitos: los chorros para refrescar al personal que camina por la zona de la intersección con calle Paco Aquino están secos, el recién estrenado e impecable parque de calistenia es usado como botellómetro o punto de reuniones juveniles de noche, etc. Las imágenes nos dan cuenta de todo ello:

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Lo que dice la prensa




























































































Como almeriense que ama a su tierra, aunque resida en otra capital andaluza, me siento avergonzado de que las autoridades municipales de mi siempre amada tierra, demuestren tanta dejadez y falta de atención a sus responsabilidades al respecto del cuidado y mantenimiento de las ramblas de Belen y Amastisteros. Esta denuncia es sintomática y hay que ponerle remedio con urgencia.
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