#BajoelManzanillo nos describe el panorama que detecta este 10 de julio de 2021 (y que continúa el 10 de septiembre de 2022) en la desembocadura de la Rambla junto al Cable Inglés, corazón de Almería: el riachuelo fecal de siempre, ya es un río; el géiser, un amasijo de hierros; y, la Ballena de Gabriel, se nos cae a trozos. ¡Qué desastre!

Al «¡Ya está bien! La imagen tercermundista y el hedor de la desembocadura de la Rambla de Almería exigen soluciones urgentes«, nuestro anterior artículo del pasado mayo, y al «Final de la Rambla: entre el hedor y la acumulación de porquería«, otra reflexión de agosto de 2020, hoy, 10 de julio de 2021, al pasar por la zona de la desembocadura de la Rambla, entre el Cable Inglés, en obras, y el edificio de la Autoridad Portuaria, justo en el enclave al que diariamente acuden cientos de almerienses y de turistas nos encontramos con un auténtico desastre: el riachuelo fecal, ya es un río; el géiser, un amasijo de hierros oxidados que da idea de la dejadez en la que estamos; y, por si era poco, la Ballena de Gabriel, justo en el escalón que da al mar, haciendo esquina con la desembocadura de la rambla, se nos cae a trozos.

Las imágenes valen más que mil palabras. Y ahí están para dar fe de ello. Los tres riachuelos que vertían agua fecal, justo debajo del puente por donde pasaba el tren, y por donde ahora lo hacen ciudadanos que en su mayoría van buscando zonas saludables, trayecto final de la Rambla, han desaparecido para dar lugar a un auténtico río. Con un caudal abundante y sin cesar no para de llevar agua pestilente hasta el mar. Ni que decir el pestazo insoportable con los 32 grados de temperatura de esta mañana, a las 11 h. Es una situación que estamos hartos de denunciar y del que la prensa local se ha hecho suficiente eco como para que las autoridades competentes hubieran ya tomado medidas drásticas para evitar este desastre en pleno siglo XXI en el corazón de la ciudad. Llamamos al turismo -este verano hay muy buenas perspectivas-, pero los mismos que montan esas campañas de captación de visitantes, lo espantan con estas acciones tercermundistas.

En «¡Ya está bien! La imagen tercermundista y el hedor de la desembocadura de la Rambla de Almería exigen soluciones urgentes» y en «Final de la Rambla: entre el hedor y la acumulación de porquería«, lo dejábamos claro y recopilábamos las acciones llevadas a cabo en el último año sin resultados hasta la fecha.



Pero, cual no es nuestra sorpresa, cuando si seguimos más adelante, adentrándonos en el mar, nos encontramos con otro espectáculo bochornoso: el amasijo de hierros del géiser que nunca más funcionó y del que nunca más se supo, emergente como símbolo de la dejadez. Y, a ello, hay que añadir como nuevo que la Ballena de Gabriel, otro lugar emblemático, al que acuden propios y extraños, se nos cae a pedazos, losa a losa, trozo de mármol a trozo de mármol. Una obra de reciente realización, pues la zona de la Ballena, del gran pescaíto, se reabrió tras una inversión de más de 182.000 euros por parte del Ayuntamiento, el 2 de enero de 2019. Han pasado poco más de dos años y el espacio urbano se desmorona. No sabemos si por las inclemencias del tiempo -el azote del viento y del mar- o bien por la acción de gamberros que sin escrúpulos están desmontando la pavimentación en mármol que se realizó. El hecho es que hay un buen tramo con el cemento al aire y si miramos al mar, nos encontramos las losas allí, en la profundidad de la desembocadura.
No puede haber más despropósito y dejadez. La urgencia de la recuperación del espacio urbano de la desembocadura de la Rambla, el géiser y la Ballena de Gabriel, no pueden esperar más. ¡Qué desastre!
José Manuel Román
Periodista

NOTA.- Foto de portada, destacada. La desembocadura de la Rambla este 10 de julio de 2021. Los tres riachuelos de aguas fecales han dado lugar a un río con un caudal abundante e incesante que vierte al mar, con los problemas de insalubridad que conlleva. Si a eso unimos el geiser, un amasijo de hierros oxidados; y, el hecho de que la Ballena de Gabriel se nos cae trozo a trozo, tenemos una imagen tercermundista en pleno corazón de la ciudad.- Foto JOMARO
2 de enero de 2019. La Ballena de Gabriel




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