#BajoelManzanillo, tras la imagen tercermundista, de abandono, y el hedor de la desembocadura de la Rambla de Almería, este 27 y 28 de mayo de 2021, cuando la marea estaba baja, pide una solución urgente al vertido permanente de las aguas fecales en la zona, en pleno corazón de la ciudad y de la bahía, por donde a diario pasan cientos de ciudadanos. Un espacio saludable convertido en foco de infección. ¡Ya está bien!

Desembocadura de la Rambla con la playa de Las Almadrabillas, zona conocida por ‘La ballena de Gabriel’, a los pies del Cable Inglés en plena restauración y llamado a ser foco turístico. Bajo el puente que une la zona portuaria con el Paseo Marítimo de Carmen de Burgos, por donde antes pasaba el tren y por donde ahora lo hacen cientos de ciudadanos al día en su marcha saludable, paseos o prácticas deportivas. Un espacio de una belleza palpable, a pesar de los fracasos municipales, entre otros, los del geiser del que nunca más se supo. Pues bien, ahí, justo ahí, a las 11:30 horas de este jueves, 27 de mayo de 2021, cuando la marea estaba más baja de lo normal, el espectáculo era tercermundista, de abandono, bochornoso, con un olor insoportable y el discurrir permanente de aguas fecales, vertidas sin control alguno al mar.

Algo impropio de una ciudad del siglo XXI: insectos de todo tipo entre la arena y en el aire, algún ratón de considerables dimensiones más hacia el cauce de la rambla, numerosas palomas tratando de echarse algo al buche, un trío de gaviotas a la expectativa, peces pequeños en gran cantidad, esqueletos de algunas especies marinas, basura mezclada con desechos y plásticos en abundancia, y las aguas y restos fecales (huelga nombrar algunos, pero destacan compresas, mascarillas, toallitas, etc.). El mal olor era insoportable y la imagen lamentable. Al bajar la marea, las aguas quedan acumuladas como en una laguna fétida, entre los tres riachuelos fecales y la isleta de fango que se forma en la misma desembocadura con el mar.

¡Ya está bien! Hablamos del pleno corazón de Almería, en su bahía, en un lugar llamado a ser atracción turística de primer nivel, si bien ahora ya lo es por las numerosas personas, propios y extraños, que se acercan a contemplar el cable, el mar y la Ballena de Gabriel. Ni que decir que la suciedad también se acumula en la zona, donde al otro lado del embarcadero, dicho sea de paso, se alza el monumento a las víctimas almerienses del campo de concentración de Mauthausen, con un fondo también indecente para un lugar que debía ser mimado y cuidado: una alineación de contenedores de basura.

Nadie puede echar balones fuera. Insistimos, nadie. Políticos de todo signo son responsables de lo que está ocurriendo desde hace ya muchos años en ese lugar que debería ser objeto de esmero. El Ayuntamiento de Almería por no acometer u ordenar una obra definitiva para evitar esos vertidos fecales al mar y de forma tan evidente y palpable al paso de ciudadanos; la Autoridad Portuaria, porque está en espacios de su competencia y la Junta de Andalucía, porque debe exigir una solución por problemas de índole sanitaria, cuanto menos. No podemos aguantar más los que frecuentamos la zona y mucho menos quienes trabajan en los alrededores, en el edificio de la Autoridad Portuaria, por ejemplo.

Anteriores denuncias, las últimas hace ya un año y meses, tanto desde #BajoelManzanillo como desde la prensa local, se saldaron con una limpieza a fondo de la desembocadura de la Rambla, en diciembre de 2020, donde ya había excesiva acumulación de basura mezclada con los desechos fétidos, pero no pasó de ahí la cosa. Medidas drásticas para acabar con el foco insalubre y el hedor, ninguna. Hoy, hay tres auténticos riachuelos que incesantemente vierten aguas fecales al mar. Todo esto lo soportamos los almerienses en plena pandemia de la COVID-19, cuando más uso hacemos de zonas saludables para el paseo o la práctica deportiva.

Las quejas de algunos partidos políticos de la oposición municipal no han ido más allá de las apariciones en prensa o fotografías in situ, además del acuerdo del pleno del ayuntamiento de Almería del 18 de diciembre de 2020 que por unanimidad apoyó la moción de Ciudadanos, y que, según decían «permitirá afrontar las obras necesarias para acabar con el mal olor y mantener limpia la desembocadura de la Rambla, incluso recuperar el géiser que por poco tiempo funcionó«. Después, nada se ha sabido. Y, han pasado ya cinco meses. El verano está asomando y el problema aumentará con las altas temperaturas.

Almería exige una respuesta urgente y todos sus políticos o responsables municipales, autonómicos o del organismo portuario, deberían ponerse de acuerdo, manos a la obra, y terminar de una vez por todas con esta situación. Como escribíamos en agosto de 2020, copio literalmente: «En fin, un mar de despropósitos que es urgente acometer, necesario afrontar definitivamente y erradicar, como sea, la insalubridad, los olores pestilentes y la imagen lamentable de la desembocadura de la Rambla. Autoridad Portuaria y Ayuntamiento de Almería -añadimos ahora también a Junta de Andalucía– deberían ponerse manos a la obra de forma contundente, urgente y eficaz. Lo esperamos«. ¡Ya está bien!

José Manuel Román
Periodista

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NOTA.- La foto de portada, destacada, nos ofrece el panorama de la desembocadura de la Rambla este jueves, 27 de mayo de 2021. Los dos riachuelos, sin cesar, vierten aguas fecales mezcladas con todo tipo de desechos. El hedor, insoportable. ¡Ya está bien! Foto JOMARO.

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El géiser y los malos olores en las Almadrabillas. Por Evaristo Martínez Salas. La Voz de Almería, 4 de julio de 2021. Pág. 26
La peste de Almería. Por Manuel León. La Voz de Almería, 3 de junio de 2021

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