Cuando en la Almería de 1952 pedían autobuses a los balnearios sin «colas» ni humos

#BajoelManzanillo, en plena campaña estival de 1952, con multitudinarios desplazamientos de los almerienses a los balnearios, reivindicaba un servicio de autobuses para «viajar a todo placer». Se pedía prevenir las posibles «averías», que las había, evitar las «colas», no romper «el precepto de no fumar», acabar con el «peligro de quemaduras» y eliminar los abarrotamientos

Autobuses al Zapillo y Barrio de Pescadores

De suyo, el desplazamiento de los vecinos del Barrio de Pescadores y Zapillo a la ciudad, es continuo y numeroso. Pero, sobre todo, en tiempos de calor, las visitas playeras, aumentan el contingente de viajeros de un modo alarmante. De ahí que con buen criterio, en ciertas horas de mayor tráfico, se amplíe el servicio.
Pero existen algunos fallos, que en atenta carta exponen los vecinos de aquella barriada, y es que por ejemplo, anteayer, sufrió una avería el coche de la 1,30, y se suprimió el viaje, causando las consiguientes molestias y perjuicios a gran número de personas, que precisamente por tratarse de una hora crítica, urgía su regreso al barrio. Quiere decir ello que deben prevenirse estas «averías», máxime cuando se trata de un tiempo caluroso en el que es molesto el desplazamiento en el «coche de San Fernando».
Y no crean ustedes que es un placer el viaje, una vez conseguido un asiento en el coche. Por lo «mullidos» que están, por el dichoso trozo de carretera, comprendido entre Villa García y el Barrio de Pescadores, en cuyo trayecto se «organiza un columpio», del que hay que prevenirse con todo cuidado.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(Yugo’, domingo, 8 de junio de 1952, página 2)

Autobuses a la playa

Llegada la temporada veraniega, se siente la necesidad del autobús para desplazarse a cualquiera de nuestros balnearios. Aunque las distancias no son muy largas, sí lo suficientes para que el sol queme bastante y se haga insoportable el camino hasta llegar a la superficie arenosa. De ahí que, entrado ya el calor en toda su intensidad, los almerienses dirijan sus pasos hacia el mar y abarroten por completo los autobuses, que, en ciertas horas de la mañana y tarde, bien podrían estimularse un poco, efectuando los viajes con mayor intensidad o frecuencia, para evitar las desesperantes «colas» que ello motiva.
Y, ya que hemos nombrado a los autobuses -para desear la ampliación de este servicio playero-, bueno será recordar el ruego que hace unos días nos hizo un grupo de señoritas, algo molestas por romperse el precepto de «no fumar» dentro del vehículo. Exponían los peligros de quemaduras, las molestias del humo en una atmósfera excesivamente vaporosa, que se enrarece con el «pitillo», etc. Y, abarrotándose ahora, como decimos, los coches en sus viajes a los balnearios, bueno sería que los caballeros se sacrificasen un poquitín nada más, y guardasen el tabaco para mejor ocasión, atendiendo el ruego de las distinguidas y simpáticas comunicantes.
Un desplazamiento a la playa sin «cola», sin humo, sin peligro de quemaduras, sin abarrotamientos, sería algo como viajar a todo placer, aunque sólo por unos minutos que todos desearíamos efectuar.

EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(‘Yugo’, jueves, 3 de julio de 1952, página 2)

Enlace relacionado
Breve historia del Zapillo. Bloqueros en acción, en YouTube

NOTA.- El autobús llegaba al Barrio de Pescadores que lo acercaba al centro de la ciudad. La imagen es de la década de los 50, cuando ‘Bajo el Manzanillo‘ hablaba del servicio y reivindicaba mejoras. En la fotografía aparecen el chófer y el cobrador junto a pasajeros, en la parada de la plaza del Zapillo. La fotografía es del vídeo «Breve historia del Zapillo» (2017), elaborado a base de imágenes pertenecientes a los libros ‘Almería, almas de barrio‘ y ‘Almería, guía sentimental de una ciudad‘, de Eduardo del Pino Vicente.

Publicado por José Manuel Román

Periodista

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