#BajoelManzanillo descubre el pasado y presente de Regiones Devastadas, un barrio donde sus vecinos, gentes sencillas, se integran y emplean a fondo para estimular la convivencia, haciendo de sus calles una prolongación de sus casas. Cuidan con mimo, gusto y encanto el entorno que se ofrece impecable al visitante que tiene la oportunidad de perderse por sus callejuelas al encuentro de lo afable y la belleza de la sencillez

Regiones Devastadas es una de las barriadas más populosas de la ciudad, habitado por gentes trabajadoras, que a lo largo de sus 75 años de existencia ha sabido conservar el carácter sencillo de sus edificaciones familiares de una o dos plantas con ciertos rasgos árabes y mediterráneos donde destacaban los arcos y ciertas cúpulas. Una arquitectura muy peculiar, cercana, propensa a que los vecinos, como así ha ocurrido desde siempre y continua pasando, mantengan unas fluidas relaciones y convivencia en la calle, en las puertas de sus casas, como ha sido costumbre de toda la vida en Almería. Tan es así, que las callejuelas son prolongación de sus propias viviendas y muchos no dudan en decorarlas con plantas que cuidan y conservan con mimo.

Los vecinos hacen barrio, participan activamente en mantener su entorno más habitable y confortable, se implican en esas tareas. En Regiones encontramos calles limpias, aseadas; edificios con todo el esplendor de lo antiguo que alternan con nuevas y modernas construcciones que se han adaptado perfectamente a la zona, respetando la esencia y las raíces. Sus habitantes, como hemos visto y contado, comparten tertulias, conversaciones espontáneas, hacen de la calle una prolongación del salón de su hogar. Eso, hace que la integración y la interculturalidad enriquezcan la convivencia.

De antaño, de siempre, las populosas fiestas de San Isidro en el barrio, a mitad de mayo, convocaban a muchos almerienses que participaban con los vecinos en unas veladas entrañables en todos los aspectos. Ya más reciente, es importante destacar la pujanza de la Cofradía de La Estrella, que radica en el barrio, con sede en la parroquia, y que realiza un riguroso y brillante desfile procesional en Semana Santa.

El Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones fue un organismo creado por el general Francisco Franco en 1938, que, finalizada la contienda civil, en agosto de 1939, pasó a denominarse Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones (DGRDR). De ahí el nombre de la barriada, Regiones o Regiones Devastadas como se le conoce, ya que dicha dirección general fue la encargada de fundar y construir el núcleo principal de edificaciones, en 1944. Surge como un arrabal con identidad propio.

Regiones Devastadas estuvo delimitada en un principio por las carreteras de Ronda y de Níjar, carrera del Perú y calle Santiago. Después se amplió hasta la actual avenida del Mediterráneo. Sus edificios más emblemáticos son el complejo religioso de la iglesia de San Isidro Labrador; el Hospital de San José y Santa Adela de la Cruz Roja, que dejará de prestar servicio sanitario en unos días al no renovar el contrato de cesión la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía; la plaza del Mercado de Abastos que usan diferentes colectivos como sede; la ermita de la Nuestra Señora de la Luz, ubicada en una antigua edificación de un transformador, y el nuevo edificio de la Policia Local de Almería, entre otros.

El encanto del barrio, que ha sido escenario natural de numerosas películas, está en perderse entre sus callejuelas llenas de embrujo y atractivas, donde es frecuente encontrar a muchos vecinos sentados a las puertas de sus casas, bien tomando el fresco a la sombra, bien en animada tertulia. Santa Marta, Nuestra Señora del Mar, Alta y Baja de la Iglesia, Dama. San Isidro, Redonda, San Francisco Javier, Merced son algunas de las vías donde el paseo se hace ameno.

Cuando los vecinos hacen barrio, forman una piña para hacerlo más confortable, la convivencia es fácil y Regiones es ejemplo de ello, lo ha sido siempre. Les invito a disfrutar de la barriada.

José Manuel Román
Periodista