#BajoelManzanillo de mediados de diciembre de 1951 relataba las andanzas en pleno centro de la ciudad de dos de los «poquísimos» mendigos que había en Almería, un hombre y una mujer. El varón se trataba de un «inválido que tiene un buen servicio de locomoción. Está de acuerdo con un individuo el cual, al ver aparecer a la autoridad municipal, carga con el mendigo y sale corriendo como un ‘gamo'»


Almería no tiene mendigos, los pocos poquísimos que hay, que lo son de profesión, cuesta verdadero trabajo que desaparezcan de la vía pública, ya que así lo hemos podido comprobar en varios casos.
Dos menesterosos actualmente son característicos en el centro de la ciudad. Una mujer rubia, que aparece con dos pequeñuelos desarrapados, a los que seguramente va a contagiar con su tracoma, y un inválido de las dos piernas, que se sitúa diariamente en el Paseo del Generalísimo, cerca de la esquina de la calle General Segura, por donde el discurrir del público es muy frecuente, ya que es el paso para el Cine Hesperia. Este inválido, que además no es de Almería, tiene un buen servicio de locomoción. Está de acuerdo con un individuo el cual, al ver aparecer a la autoridad municipal carga con el mendigo y sale corriendo como un ‘gamo’, de tal suerte que no hay quien le dé alcance. Habría, pues, que montar un servicio especial y terminar con este espectáculo, internando a la mujer rubia y al inválido en el hogar de clasificación o bien enviarles a su tierra, donde las autoridades competentes tienen la obligación de prestarles el auxilio correspondiente. Se terminaría con este espectáculo desagradable en las más céntricas calles de la ciudad, donde el ‘cuadro’ produce la consiguiente compasión y malhumor.
EQUIS (seudónimo de Manuel Román González)
(‘Yugo’, domingo, 16 de diciembre de 1951, página 2)



