Una pequeña explosión y las llamas provocadas por una bombilla de uno de los apliques de las columnas del templo de la Patrona de Almería hicieron cundir la alarma y provocaron la presencia sin intervenir de policía, local y nacional, y de los bomberos, llamados por jóvenes voluntarios de la Hermandad de la Virgen del Mar. Todo en un día tan señalado como la onomástica de la virgen y el 500 aniversario de la hermandad, con ausencia de la sagrada imagen
Faltaban unos minutos para las 9 de la mañana de este 29 de agosto de 2020, hora fijada para la misa que tradicionalmente, en el día de la festividad de Nuestra Señora del Mar, le dedican más íntimamente a la patrona muchos miembros de la Hermandad de la Virgen del Mar, cuando una pequeña explosión seguida de unas llamas que duraron unos minutos, hicieron saltar las alarmas en el templo, donde se encontraban algo más de medio centenar de fieles.
Uno de los apliques, candelero dorado de tres brazos a media altura de las columnas, comenzó a quemarse tras una leve explosión de una de las bombillas. En concreto fue una de las lámparas de la columna de la nave izquierda de la basílica, cercana al altar de la Virgen de Fátima, frente a la puerta lateral de la iglesia. Acababa de encenderse, como los del resto de la iglesia para la misa que iba a comenzar, cuando empezó a arder. Los jóvenes voluntarios de la Hermandad de la Virgen que estaban en ese lateral del santuario, se percataron de la situación y tras consultar con los padres dominicos, responsables de la custodia del templo, avisaron a Emergencias del 112 Andalucía, a la vez que dirigieron el desalojo de forma tranquila y ordenada, mientras abrían las puertas para airear las naves de la iglesia. A los 8 – 10 minutos se personaron, por este orden, la Policía Local, la Policía Nacional y los Bomberos. Antes de la llegada de éstos últimos, las pequeñas llamas habían desaparecido, si bien el olor a quemado era considerable. Tras la revisión del aplique por el responsable del Parque Municipal contra Incendios de Almería, y comprobado que no había ningún riesgo, el padre dominico, oficiante de la misa, comunicó a los fieles, que aguardaban en la puerta, que podían regresar a sus asientos sin ningún tipo de riesgos. La misa tuvo lugar con la sencillez y emotividad de siempre, en la onomástica de la Virgen del Mar.
Todo quedó en un pequeño susto. En medio de la confusión se acusó la ausencia de extintores, que en un momento de un conato de incendio pequeño, como el habido, con su uso hubiera cortado de raíz las llamas. Los Padres Dominicos y la Hermandad deberían plantearse esta situación y adoptar medidas de seguridad contra posibles incendios que permitan una actuación inmediata y rápida de forma eficaz.
La misa que los hermanos de la Virgen dedican a su patrona, como un encuentro anual íntimo, se celebró con un cuarto de hora de retraso, sin ninguna otra incidencia. La gran novedad en muchos años, la presentaba el hecho de que la imagen de la patrona no estaba en su santuario, por expreso deseo del Obispo de la Diócesis, que había ordenado con anterioridad su traslado privado a la Catedral, donde se celebró solemne Eucaristía, presidida por el obispo, Adolfo González Montes, a las 11:30 de la mañana. Este hecho, coincidiendo con el 500 aniversario de la Hermanad, no ha sido compartido unánimemente por los almerienses, ni siquiera por muchos de los hermanos de la asociación religiosa, y menos en plena celebración del quinto centenario.
José Manuel Román
Periodista
Bajo el Manzanillo 