Todo será insólito en la ciudad de Almería. 2020 lo marca la pandemia y con buen criterio no habrá Feria y Fiestas de la Virgen del Mar, si bien se han previsto ciertas actividades religiosas, cívicas, y musicales con todas las medidas de seguridad e higiene que marca el coronavirus. El Recinto Ferial se nos muestra desangelado, triste y desconocido en este agosto singular.

2020 está marcado por el coronavirus. La pandemia y la situación que vivimos obligó a las autoridades municipales a tener que suspender la Feria y Fiestas de Almería, en honor a la patrona, la Virgen del Mar, que debía haber desplegado todo su esplendor del 21 al 29 de agosto. También el programa taurino, de forma oficial en esta misma semana, ha anulado su cita agosteña.

Prácticamente solo van a tener lugar algunas actividades, como las religiosas con las debidas medidas de seguridad. El pregón de Juan A. Pérez y el septenario con ofrendas florales escalonadas cada día. De forma excepcional, por deseo expreso del obispo de la Diócesis que muchos no compartimos, la imagen de la Virgen se trasladará de su santuario a la catedral el día 28 de agosto, de forma privada, para celebrar una misa el 29 de agosto, festividad de la Patrona, con motivo del 500 aniversario de la creación de la Hermandad de la Virgen del Mar. El regreso al santuario para que los fieles continúen rindiéndole culto será de igual manera, en la misma tarde de sábado. La ONCE dedicará su cupón del próximo 24 de agosto a esta conmemoración. No habrá la tradicional procesión de alabanza. Dentro de las posibilidades, la Virgen del Mar podrá recibir el homenaje anual de los almerienses.
Y, también se celebra el tradicional homenaje a los Coloraos, el 24 de agosto, como es tradicional, pero sin ser un acto público, a puerta cerrada, observando medidas especiales de seguridad. Cooltural Go!, pone la nota musical, con algunos conciertos que tendrán lugar en el espacio acotado para este tipo de espectáculos del Recinto Ferial y en la misma Plaza Vieja, siempre con unas estrictas medidas de higiene, distanciamiento y para respetar las normas que imperan sobre la COVID-19. Como bien dice el concejal de Cultura, Diego Cruz, «la cultura segura es posible» y en esa tónica se celebra en el Museo de la Guitarra el I Festival Cuerdas Vibrantes que nace con el ánimo de que la guitarra se convierta en protagonista de la Almería musical.
«Dolorosa, pero necesaria«. Así, califica el 24 de agosto de 2020 el área de Cultura del Ayuntamiento de Almería la decisión de suspender todos los espectáculos culturales previstos para los próximos días debido a la «evolución de la Covid-19» en la ciudad y provincia. Una suspensión que se mantendrá «hasta que la situación sea más favorable«, indican en un comunicado de prensa.

Un gesto solidario en medio de la tristeza que supone la supresión de la feria, nos lo ha ofrecido el hecho de que los abanicos oficiales del Ayuntamiento de Almería, puestos a la venta por primera vez se agotaran en 48 horas. La recaudación, 15.000 euros, va destinada a comedores sociales de la Casa de Nazaret y La Milagrosa.
Resulta extraño en pleno agosto ver desierto y desangelado el espacio mas significativo y exponente máximo de las fiestas, el Recinto Ferial. En estos días han finalizado los trabajos de reparación de todo el vallado perimetral y están a punto de concluir las de mantenimiento de algunas zonas de la pavimentación. Las imágenes tomadas los días 16 y 18 de agosto de 2020 son fiel reflejo de lo que sentimos este año en estas señaladas fechas del calendario estival. Los días previos, desde finales de julio, siempre empieza a cobrar vida con la preparación de las estructuras de las distintas instalaciones. Es un ir y venir permanente, movimiento al máximo exponente en las vísperas, Pero, más sorprendente es ya cuando llega el fin de semana anterior al sábado de la festividad de la Virgen del Mar y nos encontramos el espacio sin ‘cacharricos‘, sin portada ferial. Solitario, triste, sin el bullicio característico, con las marcas de las parcelas que ocupan feriantes, casetas u otro tipo de atracciones a la vista, y con una desolación que cuanto menos resulta rara e insólita. La pandemia obliga a eliminar aglomeraciones, grandes concentraciones y la complicada situación de los últimos días por la COVID-19 en nuestra capital y provincia, corrobora la necesidad de la suspensión de la Feria, que en su día adoptó acertadamente el ayuntamiento de Almería. Otro aspecto insólito será ver abiertos los comercios del centro de la ciudad en las tardes de la semana de Feria.
Confiamos en que en 2021 se pueda recobrar el esplendor de siempre y la Feria y Fiestas de Almería, de la Virgen del Mar, vuelvan con mayor brillantez y fuerza para alegría de propios y extraños. Los almerienses echamos de menos ese baño de masas, ese rencuentro agosteño que nos hace más abiertos, cercanos, hospitalarios y nos hace mostrarnos tal como somos.
José Manuel Román
Periodista




